Elsa, una buena amiga de Gadea, dejó su trabajo tras tener a su primer hijo. Después fue a por otro, y le vinieron gemelos. Lleva algo más de cinco años dedicándose a ellos, a atenderlos. ¡Que suerte! , pensarán muchas madres; que suerte poder dejar de trabajar para pasar todo el rato con tus hijos, poderlos llevar y traer, sin prisas, poder quedarte con ellos en casa cuando están efermos......... Si, es una suerte no necesitar dos sueldos para mantener un nivel de vida holgado. Pero, aún no teniendo carencias económicas, hay que ser de una pasta especial, para aguantar y no morir en el intento. Es lo que dice Elsa y, lleva razón. Yo añado que solo si eres de esa pasta, y además, tu abuela te dejó, a tí, una abundante herencia, solo entonces puedes disfrutar de tus hijos sin pensar en otra cosa. Solo entonces desaparecen las otras necesidades básicas como:
-ser independiente económicamente: compras un bolso más caro y más a gusto con tu tarjeta que con la de tu marido ( hay a quien le sucede lo contrario, pero eso es otro tema ),
-.........estoy pensando.....estoooo.....bueno.....la independencia económica. Realmente no hay otra cosa porque la independencia económica te da todas las demás independencias además de aumentar el atractivo personal.
¡Ánimo Elsa! Tu vales mucho.
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