QUIÉREME

martes, 21 de abril de 2015

GADEA EN NEGRO Y ROJO

     Dice Gadea que hay veces que se mira al espejo y no se reconoce. Se recuerda a si misma de otra manera. Quizás recuerda la versión de ella misma que mas le ha gustado hasta el momento. Si, esa versión en la que su imagen le gustaba porque estaba agusto consigo misma. Y esa circunstancia de estar agusto consigo misma se dio en un momento muy concreto. Porque antes y después de ese momento ha habido cosas que la han mantenido distraída. Gadea piensa a veces que su luto siempre le dura demasiado, más que a los demás. Pero esto no hay manera de comprobarlo porque, en general evitamos hablar de ello, no con la intención de ocultar nada, sino para darnos ánimos a nosotros mismos. O sea, que salvo excepciones, que las habrá, es probable que los lutos suelan durar años en la mayoría de los seres humanos. Es probable, que aunque aparentemos otra cosa, no haya lutos de unos días. Añade Gadea que los lutos más frecuentes que ella conoce son: la muerte de un ser querido, un divorcio, la infidelidad de tu pareja y una decisión equivocada. Estas cosas te cambian la vida, te pueden cambiar la personalidad y hasta pueden ser causa de un depresión insuperable. Me cuenta Gadea que conoce a gente que ha pasado por estas cosas, algunas han pasado por varias de estas cosas y hasta conoce a quien ha pasado por todas estas circunstancias. Y todas esas personas se muestran en público como si hubiesen superado la prueba. Pero Gadea, a la que también le ha tocado alguna de esas penas, dice que hay momentos en los que siente que no lo ha superado, que el dolor se le presenta como en el primer día, y que el tiempo lo cura todo pero que la cicatriz está ahí, y esa no desaparece, y en los días de tormenta pica, y cuando hace viendo, duele. Si, efectivamente, cuando sale el sol, puede que ni te acuerdes de tu cicatriz pero siempre hay otro día tormentoso y otro día con viento y lluvia. Y al final se pasa el tiempo entre luto y luto, y cuando te das cuenta de que no hay tiempo para lamentaciones,  te lamentas de que hasta ahora haya sido asi.
   Dice Gadea que ha tardado casi una vida en comprender que hay preguntas sin respuesta, que hay cosas que son y han sido asi, porque si. Y llegar a asumirlo tambien le ha costado un luto. "Ahora que" , añade Gadea,  " aunque me encanta el negro, cada vez llevo más rojo".