Una puerta es un paso, un pasaje hacía:
el cielo
la gloria
la nada, o al todo
la paz, o al desastre
el amor
el desencanto
la abundancia
el engaño
la razón
el desorden
el conocimiento
la satisfacción
Es el lugar, el pensamiento, la llave, la circunstancia que te transporta a donde tu quieras. O, si no ha habido una voluntad clara, a donde el destino haya decidido. Una puerta te puede conducir a cualquier sitio, por eso es mágica, porque, a veces, sorprende. Aunque esa sorpresa yacía dentro de ti sin que fueras consciente. ¡Ay la consciencia! qué caprichosa es, no se puede hacer carrera de ella. Ni saber con exactitud qué hay al otro lado de una puerta.