QUIÉREME

lunes, 2 de febrero de 2015

UN MONO DE CUERO NEGRO

A veces me gustaría vestir un mono de cuero negro y llevar un látigo en la mano, presentarme así ante la gente. Hay momentos, escasos, en los que consigo ponérmelo, figuradamente, y entonces, con ese atuendo me siento seguro, firme, controlador ¡que bien! Luego, cuando esa persona dice algo incoveniente, algo a lo que yo debería responder según se espera de mi por cómo voy vestido, entonces, de repente, se me cambia el traje,  y me miro y voy con un pijama de felpa y con un osito bajo el brazo. ¿Que ha pasado ? ¡No entiendo por qué se me cambia el vestido!, ¿en qué momento pierdo el control?, ¿por qué mi mente ha dado esa orden sin tener en cuenta a mi voluntad?, ¿cómo se atreve a hacer ese cambio delante de alguien y dejarme desnudo durante unos segundos? ¡Eso no está bien, mente!
Bien, he llegado a la conclusión de que, además de la mente y la voluntad, existe otro elemento difícil de desafiar. Mi amigo Marc lo llama raza. Sí, es como el pedigrí de un animal. Pedigrí: genealogía de un animal. Genealogía: serie de progenitores y ascendientes de cada persona.
Mi raza parece que siempre ha ido vestida con pijama de felpa y un osito bajo el brazo. Me imagino a mis ancestros, cuando no había peluches, con una piedra en forma de oso y utilizandola de almohada. ¡Que suerte haber nacido en este momento de la historia humana! ¡Que suerte tener peluches y anestesia !, entre otras muchas cosas.  De todas formas esto no quiere decir que siempre vayamos en pijama. Yo recuerdo a mis ascendentes vestidos elegantemente, guapísimos, como "marqueses ". Pero debajo creo que llevaban el pijama.
Mi raza tiene más peculiaridades. Por ejemplo, nosotros no matamos patos, ni mucho menos elefantes o cebras. No, no matamos patos, porque aunque estemos por encima en la escala evolutiva, respetamos a los seres vivos ( y a los muertos también). Los toros nos gustan en el campo no en las plazas. Los gallos en el corral, sin peleas. Si alguno de mi raza ha cazado un conejo ha sido para comérselo y eso es distinto.
Con estas características es difícil defenderse. Por eso yo, a veces, quisiera vestir con un mono de cuero negro y llevar un látigo en la mano.