QUIÉREME

martes, 29 de octubre de 2019

A MIS MUERTOS

Ni Dios, ni el Universo.
Solo están nuestros muertos.
Solo ellos pueden atender nuestras oraciones,
solo ellos nos pueden dar lecciones válidas para seguir viviendo.
Si se lo pedimos, nos marcan el camino,
nos llevan al lugar que guarda la clave.
Solo hay que saber escucharlos, como a los vivos,
pero, los muertos orientan, los vivos, casi siempre confunden.

El recuerdo de mis muertos está en mi cabeza. Ocupa un amplio lugar.
Si, es extenso. Y amable. Es como una compañía que no de deja de estar.
Cambia tu rostro, tu pelo, tu palabra, hasta tu percepción,  pero el recuerdo de los muertos, permanece inalterable.

A ellos le pido paz y saber,
voluntad y éxito,
vitalidad,
y mucha memoria para recordarlos siempre, siempre.

Gracias. Gracias. Gracias.


                                                                                        A mi madre y a la madre de mis hijos.