PALABRAS PARA NINES

Lo escribo para que quede constancia, Nines, de que te quiero.
Me gusta lo que me cuentas, y lo que no me cuentas. Sabes escucharme. Y callas con sabiduría cuando te insisto en mis torturas, muchas de ellas, puras gilipolleces. Me alientas, me reconfortas cuando estoy abajo, cosa frecuente en los últimos años. A veces, para ayudarme ha sido necesario algo más que compañía y palabras 😏.

Estuviste conmigo también cuando estaba arriba. Me atendiste con delicadeza en aquellos días que fueron, hasta el momento, los mejores de mi vida: apareció mi gran amor y luego vinieron más (amores).
Nunca me has pedido nada a cambio. Y recuerdo con malestar un favor que te negué.
Será imposible que te devuelva todo lo que has hecho por mi.
Qué menos que darte las gracias,  por no haberte apartado, por seguir ahí, con tu alegría, tu coraje y tu buena onda. Eres bella. Y una gran profesional. Te admiro, también.

"....
Nunca te entregues, ni te apartes,
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo,
y aquí me quedo.


Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
que les ayude tu canción,
entre sus canciones.
........".

MI ESTRELLA Y YO

Hay una estrella. Y estoy yo.
Un cordón umbilical nos une.
A través de él me llega todo el alimento:
creatividad,
emociones,
experiencias,
memoria y olvido, cuando es necesario,
salud,
regeneración,
voluntad,
deseo y rechazo, cuando es menester,
placeres,
amistad,
afectividad,
equilibrio y desorden, si la situación lo propone.

Gracias a ella, creo que te tengo a ti. ¡Bendita sea!

No sé que recibe ella de mí. Me gustaría que fuera como una madre.