Hoy he encontrado consuelo en Borges, en sus palabras y en su experiencia personal. Su "Poema de los Dones" empieza así:
«Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche».
Si Dios permitió la ceguera en los ojos de Borges, ¿qué le impediría dejar mis manos sin movilidad? Me lamentaba de ello cuando he recordado al genio.
¿Qué haría Borges en esta habitación?
Es blanca. Hay tres camas: una la ocupo yo, la de mejor pronóstico. Otra, una joven tetrapléjica "asumiendo lo que el cielo designa". Y la otra, un cadáver malhumorado que se alimenta dieciséis horas al día de Tele 5. Insultos, cotilleos, sangre y voces estridentes inundan el aire, dieciséis horas al día. ¡Vaya mierda! Lo que oigo desde esa televisión es mas peligroso y contagioso que el virus de la pandemia.¡Que alguien haga algo!
¿Qué haría Borges en esta habitación?