QUIÉREME

miércoles, 19 de junio de 2013

REGALOS

Mi amiga Gadea me ha regalado un pañuelo azul, del mismo azul del cielo del dibujo que ilustra este blog. Hace unos días mi amiga Mai me regaló una pulsera con unas golondrinas, iguales a las del dibujo que ilustra este blog. ¡Que casualidad ! pensé. ¡Que va a ser casualidad! Solo es química. La química que comparten algunas personas, los polos opuestos de un imán que se atraen irremediablemente; intenta separarlos y verás como,  a pesar de muchas circunstancias en contra, de los muchos obstáculos que puedas poner entre ellos, al final,  se unen. Es irremediable. Es su función. Física, química, biología....... irremidiables. ¡Pero que bueno que la física actúa así, que bueno que la química tiene esos efectos!
¡Gracias!

EL JAGUAR

     Cuando te conocí , te vi pequeño y en armonía. Me atrajeron tus ojos, y de ellos, tu mirada observante . Me gustó tu actitud fuerte y serena. Poco después vi que tu armonía era sólida, tus ojos más profundos y tu mirada me desarmaba. Me gustó tu actidud de piedra,  con un alma blanca, como las nubes de verano que se deslizan por el cielo sin esfuerzo, seguras de su existencia, sabiendo lo que son y adonde van. Tu serenidad envolvía mis angustias con un manto de fuerte piel adornada de seda y cosida con hilos de oro y plata. Pronto mi cuerpo y mi mente te deseaban sin remedio.
   Se puso en marcha el mecanismo del donminó: tu,  pusiste la primera pieza,  y yo, solo tenía que seguirla. Cuando todas las fichas estuvieron sobre la mesa, la partida estaba jugada,  y la posibilidad de deshacerla,  se había instalado en una burbuja lejana a la que no podía , ni quería, mirar de frente: no me interesaba.
  Tu lava me ha quemado a veces. Tu serenidad me ha irritado en ocasiones. Tus ojos me han herido ciertos días. Ha habido momentos en que tu manto me ha dejado destapada. Y una vez me sentí triste, muy triste. Y eso me hizo maldecir mi intuición. Sin embargo me has prolongado la vida. Y me llevas a otros sitios,  porque yo, siempre quiero ir a otros sitios; tarde o temprano termino sintiéndome fuera de lugar, en cinco minutos o en  diezciseis años, viene a mi esa sensación de que no tengo nada que ver con lo que me rodea, la incomodidad crece hasta hacerme marchar. Y eso es más grande que mi tristeza. Y también por eso,  se que mi intuición es lo que mejor me funciona; el único fallo que tuvo fue que me parecieras pequeño porque eres grande, muy grande, como el jaguar, el felino más grande de América.