Hace dos semanas que no nos veíamos. Por fin, hoy, Gadea y yo, hemos quedado a tomar un café y ponernos al día. Gadea cumplió años recientemente ( no seas cotilla, no viene al caso cuantos exactamente ) y dice, que nada más levantarse, se le vino a la cabeza una tía suya. Hace tiempo que no la ve y su relación dejó de ser estrecha hace muchos años. El tiempo, sin embargo no ha cambiado la idea que Gadea tiene de ella; Gadea piensa que esa tía suya jamás ha tenido relaciones sexuales y eso le entristece enormemente, a veces, tanto, como si se tratase de una grave enfermedad. Dice Gadea que ese sentimiento lo tiene desde su primera experiencia. "¿ Crees normal que la primera vez, en lugar de estar a lo que tenía que estar, estuviera pensando en mi tía, en que ella nunca habrá tenido ni tendría una experiencia así ? ", me pregunta mi amiga. Y sigue contandome que esa idea la persigue de vez en cuando pero, que en realidad no lo sabe; " es posible que solo sean imaginaciones mías porque jamás he hablado con mi tía de eso, bueno de eso ni de ninguna otra cosa. Nuestra relación pasó a ser meramente convencional cuando yo era una muy jovencita ".
Esto nos llevó a pensar que ciertamente Gadea podría estar equivocada. Todos hemos tenido, tenemos o tendremos una oportunidad, todos. Lo que pasa es que, a veces, se deja escapar; a veces nuestros miedos nos paralizan y nos ciegan y nos impiden ver con claridad lo que pasa delante de nuestras narices; y a veces hay que arriesgarse y luchar un poquito por lo que quieres. Todos conocemos a amigas o amigos que se han enamorado y les ha faltado valor para expresarlo y para ir a por ello. Al final se lo han llevado otros u otras más decididos. Y luego vienen las preguntas : ¿ y si yo hubiera.......? Yo digo que es mejor equivocarse que hacerse esa pregunta porque ¿donde está escrito que hubiese salido mal?