QUIÉREME

martes, 27 de enero de 2015

FANTASMAS

Dice Gadea: " Estoy en un momento de mi vida tranquilo, no tengo grandes problemas reales ni imaginarios. Sin embargo, hay veces, que me se siento algo deprimida, sin energía y de mal humor, y esos días cuando me voy a la cama,  se me despiertan los fantasmas, esos que todos llevamos dentro. Yo siento como si tuviese ataúdes en mi pecho, siento somo se remueven, como los fantasmas que ahí duermen van despertanto y terminan por levantar la tapa y salir, con furia, de peor humor que yo cuando me fui a la cama. Algunos tienen cara de personas que me hicieron daño directamente, también hay caras de los que me hirieron indirectamente, otros son nubes que representan deseos incumplidos, insatisfacciones, frustaciones, aspectos de la personalidad que no he logrado corregir, actitudes inapropiadas que siguo sin dominar. Entonces, cuando mis fantasmas bailan descontroladamente en mi pecho, tengo que levantarme y centrarme en una actividad que me mantenga la mente ocupada, solo así logro que vuelvan a su encierro y me dejen tranquila. No hay otro método más que dormirlos. Y después ya puedo seguir con mi rutina".
 
    Hoy, hace años que murió mi madre. Ella también es un fantasma para mi, pero un fantasma bueno. Su recuerdo, la influencia de su recuerdo en mi mente, me ha ayudado muchas veces a salir de agujeros negros como los que existen en el espacio: sitios oscuros donde solo daba vueltas y vueltas y donde las leyes de la física son otras, donde el principio de acción reacción no funciona como en la Tierra. Ella sigue dormida, no despierta desde hace mucho. Dicen los científicos que la meteria no se destruye solo se transforma. Si es así ¿ quien sabe?,  quizás exista la posiblidad de que pueda leer este mensaje: te queremos. Antes y después de su muerte también fue una época de fantasmas. Antes, no podía dormir si no estaba a su lado: mi inconsciente sabía con seguridad lo que mi consciente rechazaba. Después, veía una luz verde en el marco de la puerta de mi dormitorio, brillaba en la oscuridad, solo en la oscuridad, como un semáforo, con la luz natural o artificial desaparecía. No me asustaba, simplemente estaba ahí y me hacía pensar: todo está bien, está bien.