QUIÉREME

miércoles, 2 de marzo de 2022

LA HOJA

  Esta tarde me senté en una butaca en una esquina de mi jardín zen. Meditaba. Un viento suave me trajo la hoja de un árbol y me la dejó justo delante. Allí sigue. La observé; vi que portaba una leyenda de letras luminosas, no muy luminosas, solo ligeramente luminosas. Decía: vas por el buen camino, sigue así. Queda poco para que se rompa la crisálida.

- ¡Hala! ¿Quién me ha mandado esto?¿ La Naturaleza? ¿Mi Imaginación? Esto fue lo que se me pasó por la cabeza. Y también esto: 

- ¡Qué más da? Me ha sentado bien, me ha elevado el estado de ánimo y la energía. 

Después, he observado las chinas que rodeaban a la hoja: las había con cristalitos que brillaban, algunas más oscuras, una negra, otra con una mancha roja, algunas tenían forma de triángulo, otras de habichuela y etcétera etcétera etcétera. Y en el tercer etcétera me ha parecido que el mundo estaba estructurado como una matrioska: estaba la hoja que era como yo, y yo era como el jardín, y el jardín como la casa y la casa como el barrio y éste, como la ciudad y ésta, como el país, y el país como el continente y éste como el mundo y el mundo como la galaxia y etcétera etcétera etcétera. Y en el tercer etcétera ha sonado la alarma que me avisaba de que había terminado el tiempo que había dispuesto para la meditación. Y me he ido a comer.😉