Ella,
vestida a la moda, melena lisa,
Ligeramente
maquillada,
sonrisa
burlona,
endiosada.
El, casual,
exageradamente enérgico,
sobreactuado
reclama
miradas
pide pelea.
Los dos se
me adelantan, siempre se me adelantan.
En todos
los casos me sobrepasarían.
En todos
los casos encontrarían el atajo.
Son
competidores natos, amanecen los primeros
Despiertan
antes llegan con antelación.
Me
arrebatan la plaza del estacionamiento
Me quitan
el pequeño y preciado espacio de asfalto
Como
primera victoria del día
Como
medalla de oro de las mañanas.
Miro
incrédulo, siempre, y en segundos,
¡soy la
cólera!
¡Yo estaba
primero! Y ahora estoy amarillo.
Crezco,
engordo,
El rostro
se hace un rebujo,
El estómago
se encoje,
el corazón
se me expande dentro del pecho y
late a
ritmo machacón, como guiado por música electrónica,
intenso,
rojo.
Mi monstruo
quiere aplastarlos con sus enormes pies,
Golpearlos
con sus gigantes zarpas,
Devorarlos
con sus grandes fauces y
Escupirlos
después sobre el asfalto.
La cólera
es un tormento
Me deja
exhausto
Inútil
desgaste.
Mañana la
borraré de mi ánimo
La tacharé
de mi vocabulario
Corregiré
mi actitud
Rectificaré
mis sentimientos
Y volveré
de nuevo con una sonrisa y mucho pitorreo.
Cien poemas cff