Dice Gadea que hasta ahora no ha visto con claridad las cosas que la gente es capaz de hacer por lo que quiere y lo importante que es tener un plan. Asegura que, teniendo en cuenta estas dos ideas, ella, es la bomba: " si he ido por la vida, como he ido, y me ha ido como me ha ido, soy la bomba. Estudié sin un plan, empecé a trabajar sin un plan, seguí trabajando sin plan, me enemoré sin un plan......Y aún así he sobrevivido a muchos bichos y a varias hienas, a sus comentarios sobre mí a mis jefes ( las del trabajo son, generalmente, más asquerosas y peligrosas. Como me tienta decirte sus nombres ) ".
Gadea siempre ha puesto una cortina delante de sus ojos para protegerse de lo que le disgusta, y eso tiene su parte buena y otra mala. La buena, que evita sufrir, la mala, que "eso" permanece ahí, no desparece como por arte de magía. Es necesario enfrentarse a ello. Dice Gadea que nunca ha sido capaz de pelear con una hiena aunque, por otra parte, si es capaz de decir a una persona, en su propia cara, lo que piensa de ella. Pero no nos engañemos, esto último no es una virtud, por el contrario es un error monumental. Hay que enfrentarse a las hienas, claro, pero con un plan. Y nunca, nunca, se le puede decir a alguien lo que piensas verdaderamente, y muncho menos, si es un compañero de trabajo.
¡Por dios Gadea! ¡Lucha! ¡ Defiende lo tuyo ! Solo hay una, dos personas en tu trabajo a las que no puedes hacer daño pero, a todas las demás........No te dejes engañar por la falsa sonrisa de una, ni por la traicionera amabilidad que muestra otro, ni por aquel regalito que te hizo no se quien. Solo un uno por ciento es de verdad y tú lo tienes localizado. Con el noventa y nueve por ciento restante, juega. Puede ser divertido.
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