QUIÉREME

jueves, 19 de junio de 2014

LA SEDUCTORA AMIGA DE GADEA

     Dice Gadea que el relato de una amiga la excitó como hacía tiempo. Y si, la creo,  porque la conozco y es una persona peculiar en sus relaciones con los hombres. Dice Gadea que la amiga le contó que estaba preocupada por las notas de su hijo y concertó una cita con el profesor. Hablaron del niño y de otras cosas que podrían estar afectando al crío. En un momento de la conversación la amiga confesó al profesor que atravesaba un mal momento. Y el profesor dejó su silla y se sentó en el borde de la mesa,  frente a ella. Le acaricio la cara a modo de consuelo,  después la besó. La poca resistencia de la amiga animó al profesor a acariciarle el pecho, los muslos .......El teléfono interrumpió la escena. Pasaron unos días y el profesor, ya más interesado por ella que por el niño, la llamó. Los dos estaban interesados en terminar aquello que empezaron y así lo hicieron. Y la amiga contó a Gadea,  con pelos y señales, como fue la experiencia. Dice Gadea que esta historia,  especialmente cargada de erotismo, le ha hecho pensar en la relación que su amiga tiene con los hombres. Y ahora que lo ha pensado,  asegura que su amiga calla mucho más de lo que cuenta.  Y situaciones que antes había descrito como naturales ahora,  puede ajustar más el adjetivo y sabe que eran seducciones.  Gadea recuerda palabras, escenas, gestos, composturas, expresiones corporales de un contínuo y constante juego de seducción.  Siempre ha sido así, discreta y sutilmente seductora. Y lo más curioso, sin provocar envidias en otras mujeres que no la ven como rival porque su aspecto y su físico son sencillos.
  



No hay comentarios:

Publicar un comentario