Asegura Gadea que los mentirosos abundan por doquier. Yo también lo creo. Explica Gadea que ella no es una defensora a ultranza de la verdad, no; Gadea, como parece lo más común, cree que, a veces, es conveniente mentir para evitar sufrimientos inútiles. Además cree, en cierta medida, en la utilidad de ese dicho de que ojos que no ven, corazón que no siente. Todo eso está muy bien, pero con medida, con límites. Y supongo que la medida aquí, como en cualquier parte o asunto, está en lo "hijo de p...." que sea cada uno. Podría sustituir la palabra entre comillas por la palabra maldad, pero no significan lo mismo, con lo cual, la palabra entre comillas, es insustituible y se queda ahí.
Existen los mentirosos en las relaciones sentimentales, son los más cercanos a todos nosotros; todos conocemos casos de infidelidades y hemos dicho: ¡pobre! refiriéndonos al ingenuo. Porque, claro está, los mentirosos existen porque existen los ingenuos. El grado de sufrimiento que estos mentirosos pueden ocasionar es grande. La historia de la relación puede encontrar su punto final en la carcel o en la muerte.
Luego están los que su trabajo es mentir fundamentalmente: políticos, periodistas, portavoces de grandes empresas.....Dentro de este grupo están los de arriba, que buscan tajada económica, y los de más abajo que hacen la pelota a los de arriba para, algún día, estar arriba y trincar lo que puedan. Los que no llegan arriba, ya sabemos que es porque tienen un grado de honraded incompatible con el cargo.
Y Gadea me preguntaba:
-¿Quiénes son los más peligrosos ?
Y yo le he respondido:
-Bueno, el segundo nos roba derechos, dignidad, respeto, justicia, dinero.................El primero, duerme a tu lado, y te quita la paz, la confianza, la estabilidad, la ilusión.................Tu decides.
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