QUIÉREME

miércoles, 30 de enero de 2013

ADIÓS A JUAN RULFO 1ª parte

                 El buzón vomitaba la correspondencia.  La pequeña puerta estaba abierta, había reventado porque no tenía capacidad para recoger las cartas de tantos días.  Lo observé durante unos segundos  y reanudé mi camino hacía la casa que estaba en el lado izquierdo del tercer piso. La pintura de las paredes de la escalera era más espesa. Supongo que la habrían pintado recientemente. No me gustaba el color, era de un amarillo pegajoso, como echado a perder. Si acerco la nariz seguro que huele a rancio, pensé.  Llegué delante de la puerta y me paré. Estaba tomando conciencia de que estaba allí. Nunca había sido tan consciente a la hora de abrir una puerta. Son cosas que casi siempre haces de forma mecánica, pero esta vez era diferente. Dentro, la casa parecía querer atrapar el ambiente de la escalera. Parecía luchar por impregnarse del mismo color y olor. Afortunadamente todavía no lo había conseguido aunque la sensación de abandono era clara. Todo estaba ordenado, excesivamente ordenado, las cosas ocupaban sitios que no le correspondían ni por costumbre ni por estética.  Quien las hubiese puesto en ese lugar demostraba que no tenía ninguna intención de crear armonía, solo  reflejaba la obsesión por un orden estricto que mis ojos veían  feo. Todo estaba en línea recta, todo demasiado estirado, todo demasiado muerto. 

Continuará......... 

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