Jean Paul Sartre: "El desorden es el mejor servidor del orden establecido...Toda destrucción confusa debilita a los débiles, enriquece a los ricos, aumenta el poder de los poderosos".
La recoge Pedro Baños en "Así se domina el mundo".
Jean Paul Sartre: "El desorden es el mejor servidor del orden establecido...Toda destrucción confusa debilita a los débiles, enriquece a los ricos, aumenta el poder de los poderosos".
La recoge Pedro Baños en "Así se domina el mundo".
Una vez, en la calle Gran Vía de Madrid, me encontré con una conocida, una ex colega para mas señas. Resultó ser un encuentro incómodo: yo creo que fui natural, pero era más que evidente, que ella estaba incómoda. Me transmitió tan mala onda que, nada más irme, nada más decir adiós, me arrepentí de haberle sonreído durante el breve tiempo que la tuve delante. Solo merecía mi desprecio, pensaba. ¿Por qué le he sonreído? Tomé la determinación de poner cara de perro cada vez que me encontrara con "personas de ese tipo", con personas a las que sé que no les caigo bien y que coincide, como es natural, con que tampoco ellas son de mi agrado. Estaba segura de que en situaciones así, lo correcto era mantenerte seria y con las mínimas palabras posibles.
Pues no es así. Ahora puedo asegurar que no, que lo mejor es sonreír. Si es a un amigo, perfecto -esto no merece explicación- y si es a un enemigo, también es perfecto. Sonreír al enemigo produce en él una sensación de inestabilidad, de confusión, de intranquilidad; se pone nervioso y eso provoca que el encuentro sea breve, algo que ambos deseamos. Pero es que además, la sonrisa también disuade al miedo. Compruébalo:
-cierra los ojos,
-piensa en algo que temas,
-esboza una sonrisa, aunque sea tenue tipo Monna Lisa.
-Ahora ¿ves cómo eso a lo que temías te desvanece?
Funciona siempre. No tengas miedo a parecer estúpida, sonríe. Y no tengas miedo a nada porque puedes vencer cualquier miedo, el que sea, SONRIENDO.
-dolor de espalda,
-dolor de muelas,
-dolor de rodillas,
-dolor de cabeza,
-ansiedad,
-depresión,
-miedo,
-mala digestión,
-estreñimiento,
-sobrepeso,
-arrugas,
-flacidez,
-manchas en la piel,
-poca fuerza de voluntad,
-escasa determinación,
-nulo deseo de leer,
-pocas ganas de hacer ejercicio,
-dificultad para hablar inglés o cualquier otra lengua......
La lista sería interminable. Puedes añadir cualquier cosa que quieras mejorar. Lo fabricas tú mismo porque todos disponemos de los ingredientes necesarios: nos los regalaron al nacer. Ahora bien, como los ingredientes que realmente funcionan están dentro de ti, hay que darles una forma fuera de ti; hay que escoger algo material que tendrás guardado en un bote como el de las cápsulas de las vitaminas, por ejemplo. Al tomarlo, al hacer el gesto que haces cuando tomas un paracetamol, impulsará lo que tienes dentro y mejorar o eliminará el problema.
La sustancia que activará lo que llevas dentro para curarte puede estar representada por lo que tu quieras, por ejemplo: un piñón, un pistacho, una almendra, una pasa o una uva fresca, un ajo, una puntita de canela.....lo que te guste. (Mi placebo es una cucharadita de aceite de oliva).
Ya me contarás si funciona.
Puede que tengas problemas -los hay de muchas clases-; puede que tengas preocupaciones, o miedos, o tristeza crónica, o apatía, o mala salud.... Incluso puede que tengas alguna discapacidad. Todos, o casi todos, vivimos con diferentes cantidades de algunas pocas o de muchas cosas de estas. Y buscamos un milagro, una terapia, una lectura, un gurú que nos revele la palabra mágica, que nos enseñe la ceremonia adecuada, el rito perfecto que nos proporcione lo que queremos, lo que tanto ansiamos y que puede que alguno ni siquiera sepa bien qué es. Si lo que deseas es material, quizás te sirva esta frase (aunque sirve para todo): "El que no es feliz con lo que tiene, no será feliz con lo que no tiene". ¿Qué te parece? ¿Estás de acuerdo? Si esas palabras no ayudan, piensa en que lo verdaderamente milagroso ya lo tienes. Es la vida. Todo lo demás, a su lado, es anecdótico. ¿Cómo conseguiste nacer? ¿Y te vas a quejar de lo que te falta? Lo que rodea la vida son circunstancias de dos tipos: las que no te gustan y puedes cambiar y las que no te gustan y solo te queda aceptar.
Sadasiva jamás hablaba una palabra ni usaba ropa. Una mañana, el desnudo yogui entró sin
ceremonias en la tienda de un jefe musulmán. Sus mujeres chillaron alarmadas; el guerreo
asestó con su espada un salvaje golpe a Sadasiva, cuyo brazó quedó cortado. El maestro se
marchó sin preocuparse. Dominado por el remordimiento, el musulmán recogió el brazo del
suelo y siguió a Sadasiva. El yogui insertó tranquilamente su brazo en el muñón sangrante.
Cuando el guerrero le pidió humildemente enseñanza espiritual, Sadasiva escribió en la arena
con el dedo:
“No hagas lo que quieres y entonces podrás hacer lo que deseas”.
El musulmán alcanzó un elevado estado mental y comprendió que el paradógico consejo del
santo era una guía hacia la libertad del alma por medio del dominio del ego.
Fragmento de "Autobiografía de un Yogui" de Paramahansa Yogananda