QUIÉREME

sábado, 13 de febrero de 2021

La libertad que tengo

Hace un par de años mi amiga Gadea también me escribía lo siguiente:

 ¿Alguien me puede decir qué es la libertad? A mí cada vez me resulta más extraña esa palabra. ¿Para qué somos libres? ¿Qué decisiones podemos tomar libremente? ¿Tenemos la libertad de elegir, de verdad? Yo no he elegido tener la edad que tengo, ni mi aspecto, ni mis complejos ni mis virtudes., No he decidido las partes fuertes  y débiles de mi cuerpo ni de mi personalidad. Ni creo que dependa de mi libertad que me guste un color más que otro, que prefiera falda o pantalón, ni que me sienta atraída por un hombre o una mujer o por ambos. No he sentido la libertad de sentir predilección por un color de piel, un timbre de voz o la forma de unas manos. Ni sé por qué me gusta un discurso y no otro, una flor en vez de otra, las historias de ciencia ficción más que las de terror.

No somos libres de decidir dónde y cuando nacer, ni en qué familia, ni si tendremos hijos o no. ¿Nos contagiaremos de algún virus malvado? Ni siquiera podemos decidir cuándo morir. Conozco gente que pensaba lo contrario. 

Cada vez me siento menos libre. Creo que soy como un pájaro en una jaula; no hay que soltarlo, no sobreviviría, debe seguir en la jaula por su bien.

                                                                                                                 Gadea

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