QUIÉREME

miércoles, 29 de mayo de 2013

LA SOLEDAD: UN TESORO SI TU LA ELIGES, UNA MIERDA SI TE ELIGE ELLA.

     Dice mi amiga Gadea que la soledad es una mala compañía. Según Gadea, la soledad es de esas que llaman a tu puerta y tu, por educación, le abres y le ofreces un café. Ahí la jodiste. A partir de ese momento te va a resultar dificilísimo evitarla; un día sí y otro también, seguirá visitándote y,  por muchas argucias que utilices para eludirla, segurirá insistiendo en estar contigo, sin darse por aludida cuando le dices que estas ocupada,  esforzándose en que tu creas que te hace un favor y que la necesitas. ¡Es una manipuladora! No lo olvides. Todo lo que dice es mentira. Y lo que hace va encaminado a convertirte, en hacerte adicta a ella. La soledad es una ama de casa de cincuenta años dedicada exclusivamente a su casa y a sus hijos, es una trabajadora de treinta, dolida con su pareja porque le es infiel,  es un funcionario amargado con su inútil trabajo,  un jubilado que se resiste a envejecer y a ver la realidad, un directivo engreído y vanidoso que no ve más allá de sus propias narices.........Adopta mil formas, como el demonio de los creyentes. Con la soledad no queda otra que plantarle cara y echarla. No creas que porque la trates con dureza te pagará con la misma moneda y intentará vengarse, no. Por el contrario se quedará sorprendida con tu actitud y se irá. Comprenderá que esa puerta, tu puerta, se ha cerrado .  No seas condescendiente con la soledad.

2 comentarios:

  1. Estar solo no es malo.
    Lo peor es estar rodeado de personas que te hacen sentir solo.

    He caminado por la arena nivelada
    a lo largo de una extensión gris:
    desde lo alto de las dunas al extremo del mar,
    salvo yo no hay ningún ser vivo.

    He echado el pesado cerrojo
    contra los golpecitos de la lluvia,
    y he tiritado ante la chimenea, para ver cómo
    pasan las horas oscuras.
    La tormenta de medianoche, el litoral desolado:
    viví a solas con ellos;
    pero aquí, en el recodo de tu brazo,
    está la soledad.

    Excursión a la asonancia
    Dorothy Parker.
    (lo tengo).

    Hay que tratar de ser quien elige.

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