QUIÉREME

sábado, 14 de octubre de 2023

S/T


 

S/T

 Soy de un lugar cuyo nombre no quiero escribir aquí. Dicen que de allí son los porteros de Madrid. No sé. Yo solo conozco a uno que, sí, fue portero y vive allí, en un sitio estupendo que ya quisiera yo para mí; sus hijos tiene muchos estudios y buenos trabajos y además uno, es artista. La gente de este lugar puede llegar a ser persona de mucho ingenio, creativa, inteligente y admirada. Y si bien algunos autores los han usado como ejemplo de pobretones y bastos campesinos que, aunque con mucho juicio, los describen con pocos recursos y sueños, yo puedo decir que otros, los consideran personas justamente orgullosas que ven al rico y al pobre, al amo y al sirviente, como iguales, porque si lo que hace, lo hace bien, merece todo el reconocimiento, y tan importante es saber mandar como saber ejecutar lo mandado. Dijo Manuel Azaña en un discurso: "Cada castellano (ups ya he dado una pista) es un señor y puede decir que su casa es un castillo aunque le falte el tejado". 

jueves, 28 de septiembre de 2023

MIERDAS VARIAS

 Estoy echada en el sofá. En frente, la televisión; está apagada y en su negro cristal se refleja el gran ventanal que hay a mi espalda; se ven los edificios de alrededor, de ladrillo rojo y aluminio blanco; justo en medio del reflejo, como enmarcada, hay una ventana, que es como todas si no fuera por su posición y porque muestra destellos de luz, como si alguien estuviera jugando con grandes espejos dentro de la habitación. ¿A quién puede interesarle esto? Vaya mierdas que escribo. Que curioso lo que veo.

lunes, 25 de septiembre de 2023

MI MADRE, MI TÍO Y SUS AFICIONES.

   A mi tío le gustaba la música, tanto que la practicó toda su vida. A mi madre, que tenía buenas manos para la costura, creo que le gustaba la pintura; digo creo porque no lo sé con exactitud. A mi tío también le gustaba criar canarios. Y por eso, de niños, casi siempre teníamos uno o dos en la casa. Recuerdo uno completamente amarillo. Gran cantor. El suelo de su jaula estaba cubierto por una tabla pintada con un bonito paisaje marinero. Creí que era parte de la jaula hasta que vi a mi madre sacarla y limpiarla. Le pregunté y me contesto que lo había pintado ella, que curiosamente era del mismo tamaño que el culo de la jaula y que le era útil porque evitaba que la porquería producida por el pajarito cayese al suelo. Me quedé pasmada: ¿cómo yo no sabía que mi madre pintaba tan bien?, ¿cuándo lo pintó?, ¿dónde?, ¿cuántos años tenía?, ¿cómo no pintó más?, o ¿lo hizo y los puso en el corral y se los comieron las gallinas?, ¿cómo no lo colgó en la pared?, ¿cómo optó por utilizarla como recogedor de las cacas y los desperdicios de la comida del canario? 

¿Cuántas veces desechamos una buena idea?

¿Cuántas veces desestimamos nuestros talentos?

¿Cuántas veces desaprovechamos una oportunidad?

¿Cuántas veces nos rendimos antes incluso de intentarlo? 

Y si lo intentemos y sale mal ¿hay que seguir intentándolo? ¿Y qué si nos rendimos? Cuando no se puede no se puede. Esta idea no es fatalista, no, es tranquilizadora. ¿Qué pasa si dejo de luchar contra el viento? Me temo que no pasa nada, nada de nada. En todo caso te quedaran fuerzas para emplearlas en otras cosas. Eso creo que hizo mi madre, que murió hace treinta y seis años y a la que recuerdo hoy y todos los días; mi madre optó por emplear su talento en cosas más prácticas para su mundo, para su entorno.  



lunes, 11 de septiembre de 2023

PUERTA

 Una puerta es un paso, un pasaje hacía:

el cielo

la gloria

la nada, o al todo

la paz, o al desastre

el amor

el desencanto

la abundancia

el engaño

la razón

el desorden

el conocimiento

la satisfacción

Es el lugar, el pensamiento, la llave, la circunstancia que te transporta a donde tu quieras. O, si no ha habido una voluntad clara, a donde el destino haya decidido. Una puerta te puede conducir a cualquier sitio, por eso es mágica, porque, a veces, sorprende. Aunque esa sorpresa yacía dentro de ti sin que fueras consciente. ¡Ay la consciencia! qué caprichosa es, no se puede hacer carrera de ella. Ni saber con exactitud qué hay al otro lado de una puerta. 



domingo, 20 de agosto de 2023

YO Y MI MEMORIA

 ¿Somos siempre la misma persona?

Mi memoria cambia cambia a su capricho: hoy recuerdo una cosa, mañana no, mañana recuerdo otra y aprendo algo nuevo que dentro de un mes olvidaré. De pronto, algo me hace recordar un hecho remoto tan importante que me parece mentira que lo hubiera olvidado. Empiezo a leer un viejo libro que lleva años en la estantería y resulta que lo tengo subrayado y los márgenes están llenos de apuntes con mi desordenada letra; antes yo sabía lo que enseñaba ese libro, luego lo olvidé y ahora tengo que volver a leerlo para volverlo a saber. 

Así me parece todo: unos grandes almacenes donde hay cosas baratas, caras, carísimas, malas, buenas, útiles, inútiles, absurdas, y tú vas eligiendo comprarlas o no, mirarlas o ignorarlas, admirarlas o despreciarlas y las usas o no, las tiras, las reciclas, las destruyes, las guardas. 

Los cambios y cualquier decisión nos cambian y aunque parezcas la misma persona, no lo eres. 

La memoria actúa según su capricho.

Hay gente que te saluda y no recuerdas. ¿Qué relación tenías con ella? No sé. Solo puedes dejarte llevar por la intuición que te dice que te llevabas bien, que la apreciabas. Pero a veces no tienes ni intuición:¿la conocí? 

Todo esto me está haciendo pensar que en unos días hablaré con alguien al que seguidamente olvidaré. 

sábado, 8 de julio de 2023

PUERTAS A LA MEMORIA

 Mis padres, junto a algunas otras circunstancias decisivas y excelentes de mi vida, forman ahora parte de la memoria: una cámara blanquecina como fantasma, caprichosa y decididamente infiel. Ahí mismo se guardan los deseos de antes y de ahora, lo imaginado y lo soñado. Y todo eso convive junto y en una situación de constante cambio con o sin tu participación consciente. Lo que recuerdas hoy nada tiene que ver con la primera versión, con la verdad, dirían algunos; yo digo primera versión porque la verdad no existe; existe tu verdad, la mía, la de aquel. En la cámara de la memoria los recuerdos, los deseos, los  sueños y lo imaginado se transforman constantemente; aquella primera versión se desdibuja, se vuelve a dibujar con otras formas, colores, sombras y relieves, hasta con otras intenciones. La misma puerta por la que entras a ella se modifica: la reconoces porque solo hay una, por nada más. Y cuando entras hay elementos permanentes (como si fueran los básicos de Zara), otros nuevos y otros ya no están. Las personas que están ahí puede, seguramente será así, que hayan crecido, que se hayan cambiado de ropa, que sean más guapas, puede incluso que hayan cambiado su discurso. Y las cosas de igual manera las encontraras diferentes aunque te costará darte cuenta porque fingen muy bien. Todo parece auténtico pero recuerda que están en la cámara fantasmal de la memoria.