QUIÉREME

sábado, 7 de septiembre de 2013

EL CIELO DE JEDDAH Y OTRO CIELO



           
                                                                              

viernes, 6 de septiembre de 2013

LOS SUEÑOS Y LAS CASUALIDADES

    He soñado con una antigua compañera de trabajo. Nunca tuve una relación especial con ella,  ni la tenemos en la actualidad. Y desde que no trabajamos juntas, nos hemos visto en contadas ocasiones. Es alguien con quien puedo salir, si alguien más viene, y con la que puedo hablar con tranquilidad aunque no seamos amigas. Tampoco somos enemigas, creo que sentimos un cierto respeto la una por la otra y no nos caemos mal, eso es todo, ¡ que no es poco teniendo en cuenta la variedad de especies que hay en la jungla !
  En el sueño, aparezco con ella en su casa y me llama la atención cómo la tiene decorada: por toda la habitación,  en la que nos encontramos,  hay unos pájaros como encajados en la pared. Son del tamaño de una paloma y tienen la cola y las patas dentro de la pared de tal forma que no se les ve, solo se ve el tronco y la cabeza. Se balancean constantemente, de arriba abajo, de abajo arriba. Tienen colores brillantes como loros, verdes, azules, dorados....Me parecen muy bonitos, algo  muy especial , son como mecanos, como juguetes que adornan las paredes de una forma muy original,  objetos muy atractivos, hasta que......... caígo en que ¡estan vivos!
  Le pregunto si es así, si estan vivos,  con la esperanza de que me diga que no. Pero, su respuesta es: ¡pues claro! Entonces me angustio porque ese ¡pues claro! también quiere decir: tener algo tan especial tiene que tener un coste, si esos animales no sufrieran, si fueran simples objetos, no serían tan llamativos, tan únicos. Si fueran plástico en todas las casas tendrían alguno, pero lo que les hace  peculiares, personales, lo que les da ese toque llamativo, ese algo que atrae,  es precisamente su sufrimiento, esa mezcla de resignación y desesperanza que muestran al moverse de arriba abajo, de arriba abajo,  sabiendo,  o sintiendo, en su caso, que estarán ahí , incrustados en la pared hasta que mueran.
  Cuando despiertas después de un sueño así, una de las preguntas que te sueles hacer es: ¿ por qué he soñado con esa persona? Bien, esa tarde nos invitan a cenar unos amigos que a su vez habían quedado con otros amigos. Y ahí aparece la doble de mi antigua compañera: la misma cara, el mismo cuerpo, los mismos gestos.........
  Dice Milan Kundera en " La insoportable levedad del ser " que : " Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se retipe todos los días, es mudo. Sólo la casualidad nos habla. "
                                                                                                                                         
                                                                                                                                         Mai Raymundo


domingo, 1 de septiembre de 2013

LAS MARCAS Y EL DISEÑO

    Me dice Gadea esta mañana enérgicamente:
- ¿ Qué te parece ? Ayer pasa por delante de mi X. La miré, inevitablemente,  porque iba pidiendo guerra y llamando la atención con unos zapatos, de los que, si tengo que decir algo bueno de ellos, es que eran de marca y puede que fuesen cómodos. La miraba caminar, como caminan las ocas que cría mi padre, mentras pensaba, asombrada, en lo feos que eran y en el dinero que le habría costado algo tan horroroso. Y X, que veía mi cara de espanto por el rabillo del ojo, me dice :
-¿Qué miras? Tu no puedes comprar estos zapatos ni en sueños.
Comprar, dijo comprar, que no podía comprarlos. Me levanté y le respondí:
-Mira guapa, soy profesora, no me dedico a hacer videos musicales ni programas de poligoneras, ni nada por el estilo,  a si es que, no, nunca compraría unos zapatos como esos. Tengo, seguramente, una posición social mas alta que la tuya, aunque tu no lo creas, y por lo tanto, si, si puedo comprarme unos zapatos como esos. Pero la verdad, hay que tener muy mal gusto y ser una friki para calzarse así.  Te quedarían mejor de tocado, piénsalo.
  No hubo contestación y siguió su andar de oca hasta su puesto donde simuló que tenía mucho trabajo.
 Gadea me preguntaba qué me parecía la actitud de X y yo le contesté que hay a quien le gusta las marcas y hay a quien le gusta el diseño.
  Si hay algo que caracteriza a Gadea es su sensibilidad para elegir cosas bonitas, ya sean cuadros, poemas, canciones o camisetas y zapatos . Es muy personal en su casa, en su trabajo, en su forma de vestir. Dedica su tiempo a elegir y a hacer las cosas bien y eso es una gran cualidad. Efectivamente podría comprarse el" handbag Louis Viutton" que quisiese, seguro que su marido ha intentado regalarle uno alguna vez, pero no le va. Comprarse un Louis Viutton es como agarrarse a lo conocido y resistirse al cambio, porque en todo cambio se pierde algo. Es pensar: me ha costado mucho llegar aquí y no me mueve ni Dios. Es tener instalado en la mente el pensamiento único y verdadero y tengo que comunicarselo a los demás que, por supuesto están equivocados.
  Yo, estoy con Gadea. ¡Viva el diseño!


sábado, 31 de agosto de 2013

KAIA

 EL Aeropuerto Internacional Rey Abdulaziz está al norte de Jeddah. Para un occidental, llegar a ese lugar,  es como visitar uno de los planetas de Star War, bueno hay algunos planetas, como el de los dos soles, que no son tan impactantes a nuestros ojos, o al menos, el impacto es distinto, no es tan fuerte; ver ponerse dos soles es bonito, grande, maravilloso, es como contemplar El Taj Mahal,  o El Cañon del Colorado diría yo. Pero cuando ves a todas, todas las mujeres cubiertas hasta los ojos con túnicas negras, incluso las que te acompañaban en el avión,  que reconoces porque van con el mismo señor y el mismo niño, entonces la impresión es de desconcierto, misterio ....te da que pensar si tal vez en ese planeta el contacto de la piel con el aire es veneno y nadie te ha avisado. Luego te das cuenta de que no, el aire no es malo porque el cincuenta por ciento de los hombres se han desnudado, se han liado al cuerpo una toalla blanca , algunos también venían contigo en el avión, y hacen cola para el control de pasaportes. Si a ellas, literalmente no se les ve el pelo, a éstos,  peregrinos que cumplen así algunos de los preceptos de su religión, se les ve demasiado para mi gusto. El otro cincuenta por ciento de los hombre que ves en el aeropuerto son variopintos: un diez por ciento de occidentales, que no están obligados a cambiar su vestimenta como las mujeres, otro diez por ciento son los desganados trabajadores del aeropuerto y el sesenta por ciento restante varía. Este porcentaje  suele estar formado por otro tipo de peregrinos, distintos a los de las toallas  e  inmigrantes que vienen a currar. Los primeros, musulmanes que vienen a cumplir su obligación de visitar la Meca, son de distintos países asiáticos  y todos vestidos igual para evitar perder al grupo. Suelen llevar ropa llamatica, qué se yo, camisas verdes con adornos dorados, por ejemplo, dando  la impresión de ser habitantes de un tercer planeta. Si son inmigrantes que vienen a trabajar, entonces no llevan una ropa identificativa,  y se les reconoce precisamente por ello y porque a los funcionarios del aeropuerto se les multiplica el desdén y los tratan como a los visitantes indeseados del planeta más pobre de la galaxia, pero,  los tienen que admitir porque , entre rezo y rezo ¡ alguien tiene que trabajar en este país ! 
 

domingo, 25 de agosto de 2013

MEMORIA

     En la película Expiación, basada en la novela del escritor inglés Iam McEwan, un personaje dice que las armas de un escritor son las palabras y la memoria. Cuando lo oí pensé que yo nunca podría dedicarme a escribir porque,  si hay algo que funcione mal en mi maquinaria, es la memoria. Olvido cosas que, cuando alguien me las recuerda, me dan ganas de tirarme de los pelos. ¿Cómo puedo olvidar sitios que he visitado, situaciones emocionalmente intensas ? A veces me he encontrado con personas a las que recordaba vagamente y que,  por lo que me decían,  conocían mucho de mí, a mis amigos,  a mi familia. Cuando alguien te pregunta por tu familia y tu no sabes de qué le conoces, lo pasas mal. ¡Joder! ¿cómo puedo olvidar conversaciones y situaciones necesarias para saber quién es quién?
   La respuesta es que olvido porque quiero olvidar. Es un mecanismo de autodenfesa aunque, a corto plazo,  porque con el tiempo has perdido información necesaria para el próximo reencuentro, y eso ayudar a defenderte no ayuda mucho. Si olvido que una persona intentó una vez moverme la silla en el trabajo, o hizo despachos apropiandose de ideas y echandome mierda, es como si continuamente empezase de cero. Es como vivir en un eterno principio.
  A veces, no es mala cosa; si la persona lo merece,  es como darle otra oportunidad. Pero, sinceramente es algo infrecuente. Y si se trata de alguien muy cercano, de esas personas a las que no has elegido pero tienes que convivir con ellas si o si, entonces tampoco está mal; olvidar las maldades evita acumular basura debajo de la alfombra.
 ( Uno, puede utilizar una palabra malsonante en un momento dado, pero cuando oyes o lees palabras así, el efecto es mayor, la palabra se infla y desprende un malgusto intenso ¿verdad? Este texto tiene varias palabras de esas pero...... tiene que ser así )