QUIÉREME

martes, 12 de agosto de 2014

UNA NUEVA PERSONA

    Durmió bien toda la noche pero, cuando despertó, se sintió rara, como si fuera otra persona. Abrió los ojos, con dificultad, como si tuvieran voluntad propia y no quisieran ver lo que estaba pasando. Se miró las manos: le parecieron otras. Miró su cuerpo tendido en la cama: había crecido. Sentía su cara y su cuerpo más grandes y más pesados, aunque, no era una sensación desagradable, porque realmente,  le gustaba lo que veía,  simplemente se trataba de un sentimiento desconocido. Y comenzó a instalarse dentró de ella, ese desconcierto, ese no saber que pasa, que te paraliza, que te pone a la defensiva, por si de pronto, descubres que tienes que superar un obstáculo al que ni siquiera identificas; no sabes si se trata de una valla, de un poste, de un dolor de cabeza o muelas, un luto, un desamor, una frustación. Solo aciertas a entender que te espera algo nuevo y duro, y que se hará realidad en cuanto logres deshacerte completamente del sueño y tomar conciencia de la realidad.
   Se levantó con todo un laberinto de ideas en la cabeza.  Fue dirtamente al cuarto de baño y se puso delante del espejo que colgaba de la pared encima del lavabo. Allí lo vio: efectivamente era la misma persona pero, en otra . " Soy yo",  se decía ante el espejo, perpleja, sin pestañear . "Soy la misma de siempre aunque, mi rostro y mi cuerpo sólo guardan cierta similitud con lo que fui, con lo que recuerdo que fui". " Soy yo". "¿Que ha pasado?"  Después de unos segundos incalculables, cinco o sesenta, llamó a su madre, le gritó con toda la energía que pudo reunir :
- ¡ Mamá, ven,  por favor! El tono de la petición revelaba la confusión y el trastorno en el que estaba sumida. La madre acudió con cierta rapidez.
-Mamá, ! mírame ¡ , ¿que me pasa? La turbación le hizo echarse a llorar en cuanto tuvo a su madre delante.
-Hija, pero si no es nada. ¡Tranquila! La madre la abrazo. Después la agarró por los hombros, la separó de su cuerpo, miró sus ojos, y le dijo:
-"Lo único que ha pasado es que te fuieste a la cama con catorce años y te has levantado con treinta. Eso pasa. ¡Tranquila! Ahora tienes que esforzarte por conocer la nueva persona que eres. Y ya está".
    

domingo, 10 de agosto de 2014

APUNTES

  "La adulación no emana jamás de las grandes almas; es el alimento de los espíritus pequeños, que consiguen empequeñecerse aun para entrar en la esfera vital de la persona a cuyo alrededor gravitan. La adulación sobrentiende un interés ".  Honorato de Balzac, "Eugenie Grandet".

Conocí a alguien,  que si hay un adjetivo para describirlo, ese es adulador. Con mucho esfuerzo, puedo entender esa conducta pero, ni con todo el esfuerzo del que soy capaz, llego a comprender a quien recibe esas adulaciones sin mandarlo a la mierda. Ese adulador trabaja en un medio de comunicación muy conocido.

Los demás te ven como tu te ves. Conocí a una mujer con la cara grande, la boca, los ojos, la cabeza, el culo...todo en ella era grande. Se amaba, y despertaba pasiones en los demás. ¡Bravo por ella!      ¡Que más da donde trabaje !

Estas dos personas se me presentan como buenos ejemplares de sus especies : el adulador y la soberbia.

¿Cómo me ven a mi?

Conozco a alguien que no oculta sus miserias y eso es un gran error. Actualmente se siente vulnerable como una pompa de jabón . Aturdida.

miércoles, 23 de julio de 2014

GRANDES PREGUNTAS

    Una de las grandes preguntas del hombre es ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿adónde voy? Si, son tres, pero es que, estas cuestiones,  son como el misterio de la Santísima Trinidad, son tres en una. Y una de las grandes preguntas que se hacen las mujeres, al menos las de mi pueblo, es: ¿qué hago mañana de comida? Creo que es el asunto sobre el que más piensan. No exagero,  porque varios minutos, todos los días durante toda la vida, es mucho tiempo. No digo que sea la pregunta más trascendental que se hacen, solo digo que es a la que más tiempo dedican. Y la cosa se agrava si, entre los comensales,  hay mayores y niños. Entonces se hace realmente complicado e imposible de complacer a todos; los mayores, inamovibles en sus posturas,  físicas pero sobre todo mentales, defienden que hay que obligar a los pequeños a comer de todo y añaden: "como hacía vuestra madre". ¿Qué es eso de no me gusta esto no me gusta lo otro? Se tienen que comer lo que hay en el plato y no hay nada más. Y se acabó la discusión". Claro que,  lo que hay en el plato, es lo que les gusta a ellos, a los abuelos. Prueba a darles de comer algo nuevo, algo a lo que no estén acostumbrados, o simplemente, a preparar lo mismo,  pero de otra forma. Entonces sale el niño que llevan dentro y o pica, o no tiene sabor, o está duro,  o blando o ¡qué se yo la de excusas que son capaces de inventar ! Ya te digo que es más complicado complacer a un mayor que a un niño. Y luego, el día que estás de buen humor, ves en el supermecado, por ejemplo, leche de cabra, que era lo que tomaban de niños, según han contado infinidad de veces, la compras pensando que le agradará y te sorprenden con un "¿ pero qué es esto ? Yo no puedo tomar leche de cabra porque es muy fuerte, tiene mucha grasa,  ya la puedes tirar ".  Y ese alimento con tanta grasa lo sustituyen por un plato de jamón con su vena blanca. Y tu te preguntas: ¿se creerá que es light como la coca cola?  Si te ha tocado cocinar para abuelos y niños me darás la razón, si no, ¡mejor para ti !

domingo, 20 de julio de 2014

UN SUEÑO DE GADEA

Dice Gadea que anoche no podía dormir. Estuvo viendo la tele y leyendo hasta bien entrada la madrugada. Se metió en la cama con el propósito de atrapar el sueño como fuera. Seis horas después se despertó feliz. Había tenido un sueño raro pero dichoso. Me cuenta Gadea que estaba en el campo. Allí, sus antiguos compañeros de trabajo, hacían sus tareas. Ella, se sentía angustiada porque no sabía si trabajaba allí o no,  pero debía hacer algo, escribir algo, y no le dejaban puesto ni ordenador. Dice que iba de grupo en grupo y nadie le hacía caso. Entonces decidió irse a casa a trabajar. "No se qué escribí", asegura Gadea," pero lo entregué a tiempo y sentí paz y orgullo por haberlo conseguido, a pesar, de tantos impedimentos, a los que, a veces, llamamos compañeros" . Y ahí no acaba todo: resulta que Gadea vuelve al campo (oficina) y sus colegas , si cabe, la ignoraban más aún. Bien, pues claramente no existe una relación directa pero, Gadea despierta e interpreta que sus amigos la ignoran porque lo que había escrito era bueno. En la siguiente escena del sueño, Gadea recogía un premio por ese trabajo y asegura que, además la dotación económica era altísima. Un sueño bonito, si, pero ahora mi amiga está obsesionada en recordar qué escribió, sobre qué, cómo lo hizo. Ni una sola palabra de ese estupendo trabajo viene a su mente. Yo le digo que eso no importa,  y que piense que, a veces, los sueños se cumplen.