QUIÉREME

martes, 11 de marzo de 2014

LO MAS FEO DE TI, LO MAS SAGRADO QUE TIENES

Precisamente querida, precisamente es lo que no me gusta de ti
Que te sientas una mierda te resta el atractivo.
Tu natural seducción se convierte en simple maña
Tus bellos ojos se muestran con la mirada agotada
Tus finos labios se curvan hacia abajo
Tus rectas piernas parecen patitas de jilguero.

El ánimo está en tí como en cada parte del universo
Muévete camina ve
Siente y respira con los ojos abiertos.

Agarra el aliento el consuelo la esperanza
Sacude los insanos pensamientos
Orea el polvo que el tiempo deja en tus huesos
Come la manzana que refresque tu sangre
Limpia el óxido de tu alma.

Descubre lo impresionante que eres.
Tu delicada mente tu sutil sentir es un presente
También te regalaron una piel llena de encanto
Que envuelve tu cuerpo tu rojo ferrari costoso kimono
Que sabe elegir, discernir, que se alerta ante otra piel.
Tienes un gesto amable provocador de envidias
Una voz serena que calma las iras
Unas manos dulces que cuando acarician queman.

 Sueña. Sueña en rojo y blanco. Siempre sueña.
Desnúdate y luego adórnate con fuego y agua.
Camina. Si no sabes donde camina de igual manera.
El movimiento te descubrirá la meta
el fin de tus acciones, por fin tus deseos. 
                                                                                          Cien poemas cff

miércoles, 5 de marzo de 2014

CÓLERA


Ella, vestida a la moda, melena lisa,
Ligeramente maquillada, 
sonrisa burlona,
endiosada.
El, casual, exageradamente enérgico,
sobreactuado
reclama miradas
pide pelea.
Los dos se me adelantan, siempre se me adelantan.
En todos los casos me sobrepasarían.
En todos los casos encontrarían el atajo.
Son competidores natos, amanecen los primeros 
Despiertan antes llegan con antelación. 
Me arrebatan la plaza del estacionamiento
Me quitan el pequeño y preciado espacio de asfalto
Como primera victoria del día
Como medalla de oro de las mañanas. 
 Miro incrédulo, siempre,  y en segundos,
¡soy la cólera!
¡Yo estaba primero! Y ahora estoy amarillo.
Crezco, engordo,
El rostro se hace un rebujo, 
El estómago se encoje,
el corazón se me expande dentro del pecho y
late a ritmo machacón, como guiado por música electrónica,
intenso, rojo.  
Mi monstruo quiere aplastarlos con sus enormes pies,
Golpearlos con sus gigantes zarpas,
Devorarlos con sus grandes fauces y
Escupirlos después sobre el asfalto.
La cólera es un tormento 
Me deja exhausto
Inútil desgaste.
Mañana la borraré de mi ánimo
La tacharé de mi vocabulario
Corregiré mi actitud
Rectificaré mis sentimientos
Y volveré de nuevo con una sonrisa y mucho pitorreo.

                                                                                                  Cien poemas cff







jueves, 20 de febrero de 2014

GADEA Y EL DEVORADOR DE ILUSIONES

  Dice Gadea que siempre ha deseado crear un castillo, de piedra,  con unos cimientos y un tejado sólidos, decorado con muebles y objetos únicos. Pero, todo el mundo le decía que no era capaz. No le preocupaba, ni lo escuchaba, eran palabras vacías. Los deseos caminan sus propios caminos y así pasó con éste. Poco a poco lo fue construyendo superando miedos, ignorando fantasmas, toreando opiniones y envidias. Un día tras otro su castillo fue creciendo y cuando la construcción estaba a más de la mitad, se le presentaron, con claridad asombrosa, todas las excusas posibles para dejar de seguir construyendo; estaba claro, no era capaz de edificar un castillo. Paró la obra.
  Dos años después,  la misma claridad que le mostró las razones por las que tenía que dejar de construir el castillo, le destapó la equivocación que había cometido. Lo que antes parecía indudable ahora era pura cobardía. Se había instalado en unas obligaciones tan necesarias como indeseadas. Y en la frente parecía llevar escrita la palabra insatisfacción. Intentó empezar de nuevo pero no sabía como. Así que, ante la falta de ideas nuevas,  se vió obligada a llamar a puertas del pasado a las que no quería llamar . La gente que abría esas puertas, muchas no lo hicieron,  se mostraba sorprendida, y parecían leer la mente dudosa de Gadea que no acababa de creer que podía construir un castillo.
  Desde entonces han pasado algunos años más y ahí está, en la misma situación: dudando, en muchos momentos, de su capacidad y sin encontrar la forma de comenzar una nueva obra. O de seguir con la antigua.
  Gadea ha perdido mucho tiempo luchando contra ella misma. Ha perdido muchas oportunidades por su incapacidad de superar las palabras "tú no eres capaz". Sólo la indolencia y despreocupación de la infancia pudieron, en su momento, evitar la influencia de esa frase feroz y devoradora de ilusiones.

lunes, 17 de febrero de 2014

S/T

    Vivo en un país con muchas virtudes y con algunos defectos, uno particularmente feo: el desprecio. La gente de mi país desprecia a la gente de otros países, la comida, la música, el paisaje, el clima, cualquier cosa que venga de un centímetro más allá de sus límites. Estos límites no coinciden, casi nunca, con los límites legales o administrativos. Generalmente se trata de acotaciones personales, subjetivas y sin sentido. Mi país es un país pobre e ignorante y desprecia la cultura y la educación. Es un país ambicioso, y desprecia los métodos productivos y el ocio. Teniendo en cuenta estas dos características será más fácil entender la práctica del desprecio. Las gentes de mi país han practicado tanto tiempo y tan amenudo esa actitud, que han desarrollado un habla cuyas características  principales son: el arrastre de las palabras, una pronunciación vaga, un volumen suficientemente alto como para dañar los oídos y utilizar siempre la ironía.
      Luego está ese desprecio por las pintas de las gentes, por las gentes libres que saben hacer lo que quieren, por las gentes que dicen lo que piensan. Lo política y católicamente correcto tiene un valor extraordinario para ellos. Ahí no saben ver la mentira. Ni saben ver la verdad en lo no convencional. "Las cosas son así porque siempre han sido así".  Amén. ( Este amén es irónico, por supuesto ).

viernes, 14 de febrero de 2014

UNA NOCHE DE PERROS

     Ayer hizo una noche de perros, llovía y el viento parecía protestar por las injusticias del mundo. Fue la impresión que tubo Gadea y así lo contó. Lo hizo en medio de una coversación,  en la que, principalmente,  se lamentaba porque sentía que en los últimos años había perdido a un amigo. "Me suena a demasiado manoseado, pero nunca pensé que eso podría suceder", me decía Gadea.  "Mi amigo me dió muchas pistas, muchas, durante mucho tiempo, incluso podría decir que me daba una señal cada vez que lo veía. Y como pasa con las cosas que no quieres que suecedan, lo disculpaba, tarde o temprano lo excusaba. Varias veces me he ido de su lado porque me sentía incómoda. Algún amigo en común me decía: no te preocupes,  es así con todo el mundo". Durante algún tiempo lo he creído pero, ahora, se,  que he perdido a un amigo ".
  Gadea estaba triste pero, sobre todo, se sentía cabreada. Me contaba las señales que su amigo le daba para comunicarle el siguiente mensaje : ¡que te pires que paso de ti ! Y me decía que ni siquiera sabía bién a que se debía ese distanciamiento , ese rechazo,  que el amigo de Gadea mostraba hacía Gadea. Ella dice que puede ser un cóctel de envidia, influencia de otra persona, malestar por sus problemas personales . ¡Quién sabe! Todo y nada puede ser. De todas formas igual que te distancias puedes volver a acercarte, si se dan las circunstancias adecuadas. A mi,  ahora, me interesan más los amigos de los que yo me he distanciado conscientemente, esos a los que no he cuidado adecuadamente y como debía, esos que, a veces, me han hecho sentir que yo soy más importante para ellos, que ellos para mi . Porque cuando me doy cuenta de eso, por mucho que haga a partir de eso momento, siempre me siento desagradecida, y ese sentimiento es tan feo como una noche de perros: aunque estés caliente en tu cama,  no puedes dejar de oir la lluvia y el viento que parece quejarse y protestar, que parece lamentarse como si le dolieran las muelas.

miércoles, 29 de enero de 2014

LOS FANTASMAS DE GADEA

    Es imposible, dice Gadea, que un fantasma, o incluso varios, te provoquen tanto malestar. Para Gadea un fantasta es un error del pasado, una historia inacabada, una situación de esas que aceleran el corazón hasta el infarto, una frustración. En el pasado fueron algo con el poder de agriar el caracter, de encoger el rostro, de encorvar la espalda. Pero ahora son como una nube que se coloca delante de ti para que la veas, te da golpecitos en el hombro para llamar tu atención, te susurra recuerdos en el oído con el único malsano objetivo de anular tu voluntad, de evitar que hagas lo que quieres hacer. Y lo único que quieres hacer es sonreír, actuar con energía, estar contento. Dice Gadea que si solo son humo ¿por qué no les echamos un cubo de agua fría ? ¿ por qué no los aplastamos como a una mosca? ¿ por qué, simplemente no somos capaces de ignorarlos ?
   Dice Gadea que ella lleva arrastrando fantasmas muchos años, los arrastra casa por casa, allí donde va, allí lleva sus fantasmas. Asegura que a veces siente como sus pies están atados con cadenas que no la dejan caminar.
   Dice Gadea que en el pasado fue varias personas y que hay una a la que quiere rescatar del olvido. Desea con todos sus fuerzas volver a ser esa persona,  pero para ello tiene que deshacerse de sus fantasmitas feos,  pesados y malhumorados. Si fueron personas, situaciones, sentimientos ....¿habrá una única fórmula para acabar con todos a la vez ? ¿ habrá que aplicar un remedio para cada uno ? Dice Gadea que tiene que pensar seriamente en como aniquilarlos. De momento ellos van ganando pero la verdadera batalla acaba de empezar.

martes, 28 de enero de 2014

ES REITERATIVO EL SENTIMIENTO DE GADEA:

"... a veces, muchas veces, me siento cansada. Muchas veces mi cara se queda blanca y mi cuerpo no me responde, suda y tarda un rato en estabilizarse. Me miro al espejo y no me reconozco. ¿ Soy yo? ¿Esta soy yo? ¡Como he cambiado ! ¡Y sin vuelta atrás ! Me gusta el calor de fuera, ya no es tan pesado ni húmedo. Me gusta el vientecillo que mueve las ramas de los árboles, las hojas de los arbustos. Me gusta el color del día. Ahora sí me gusta el color del día. A lo mejor es una excusa para no hacer lo que tengo que hacer pero......no me gusta pedir ¡joder! ¡cómo me cuesta pedir! y me siento con las manos atadas y con una cinta en la boca que me amordaza. Aún así,  y con este hilillo de energía que tengo,  sé que voy a cambiar mi actual código de barras; ese donde están fuertemente marcados  los  errores que he cometido en los últimos tiempos, las línas de los viejos errores ya casi no se perciben ".