QUIÉREME

sábado, 6 de diciembre de 2014

WHATSAPP DE GADEA A UNA AMIGA

  Dice Gadea que cuando la amistad empieza a ser una carga hay que retirarse, replegar filas. Uno de los primeros síntomas es cuando mides tus palabras porque crees que podrían hacer enfadar a la persona. Otro, cuando tu sentido del humor no le hace ninguna gracia, cuando dices algo para echar unas risas y te mira con cara de " ¿y a esta que le pasa ? Estas sutilezas son irreversibles y sin solución. A partir de ahora será mejor no hacer bromas ni comentarios. Al fin y al cabo,  la discreción siempre es una virtud.
  Dice Gadea que una persona le advirtió: "cuidado,  esa persona no piensa como tu ". Y Gadea se guardó la información sin cambiar de actitud, es lo correcto. Dos semanas después, efectivamente,  comprendió que la persona en cuestión tiene otros gustos, le gustan otros humoristas. Esto es una gran barrera que no hay que saltar. Si a mi me gusta Faemino y Cansado y a tí Los Morancos, tu y yo no tenemos nada que hacer. Bueno,  nos podermos llevar bien, sin excesos, por encima, someramente.
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jueves, 4 de diciembre de 2014

LAS LIBÉLULAS

He soñado con libélulas. Sobrevolaban las flores de la orilla de un arroyo transparente, límpio. Un niño y un perro se acercan. El perro persigue a las libélulas que huyen. Y yo, me quedo añorándolas.

jueves, 27 de noviembre de 2014

MARAJÁ






Palacio Amber, Jaipur. "Vivir como y donde un marajá ".

ÉXITO Y RECONOCIMIENTO

    Me pregunta Gadea : "¿Qué hacer para conseguir algo que no está en tus manos, algo que, en gran medida, depende de la suerte, de los gustos de los demás? De tu parte has puesto lo que puedes y sabes. Y ¿ ahora? Hay quien dice que ayuda mantener una actitud positiva, ser optimista. Otros añaden que es útil visualizar el éxito, imaginar el momento en el que consigues tu objetivo, en el que metes el gol. Creo que esto es algo expontáneo: cuando tienes un deseo fuerte, serio, ves el momento en el que te dan el premio, ves la ropa que llevas, escuchas las palabras que dices.....Pero, ¿se puede hacer algo más? A veces, creo que simplemente el hecho de desear te lleva a moverte, a actuar de una forma semiinconsciente que te lleva a la meta. Otras veces, la quietud, cae sobre ti como un cubo de agua fría, entonces es difícil asumir que, realmente no hay nada que puedas hacer. Solo puedes esperar. Y mientras estás en el tiempo de espera, mientras quede tiempo para que tu deseo se pueda cumplir, la esperanza te levanta el ánimo. Después.....no quiero pensar en ello ahora.
    Hay cosas que se pueden mejorar, pero si has levantado un edificio, sea pequeño o grande, llega un momento en que no hay mejoras posibles, solo colores distintos con los que pintar las paredes, y esto ya es algo subjetivo, que gusten a los demás es pura coincidencia; si hay varios edificios igual de buenos y cada uno pintado de distintos colores ¿ cual eligirán ? Es cierto que existen datos, cifras, estudios que recogen los gustos de la mayoría, pero tener en cuenta las estadísticas ¿ no conlleva perder autenticidad ? ¿ Se pueden aplicar las estadísticas a todo o solo a las campañas políticas y de venta, que al fin y al cabo son lo mismo ? Ahora que lo pienso, creo que si, que se puede fabricar o crear cualquier cosa para que guste a los demás. Y Ahora que lo pienso ¿ y a mi que me importa que lo que hago no le guste a los demás ? "

domingo, 23 de noviembre de 2014

S/T


UNA FLECHA, ¿ SI ?


LOS CUADERNOS DE GLORIA

  Dice Gadea que, a veces, vivimos engañados con algo, durante mucho tiempo, puede ser incluso, que durante toda la vida. Una traición, tarde o temprano se sabe, una puñalada por la espalda tiene las horas contadas para salir a la luz, una infidelidad, acaba descubriéndose. Pero hay cosas que se instalan en tu cabeza como una verdad absoluta y, si nadie te informa de que estás equivocado, es probable que nunca te des cuenta.
  Según Gadea, todos tenemos amigos, es lo más común, siempre y cuando no tengas algún trastorno mental grave, claro. Todos vivimos con el apoyo de nuestras amistades, independientemente de que esa amistad pueda tener, además, otra relación contigo como pareja, o padre, o hermano, o vecino. Son personas en las que confías absolutamente, personas que conoces de toda la vida o de hace poco tiempo. Pero, tanto a unas como a otras, crees conocerlas bien, o al menos, lo suficiente. Y entonces, cuando en un momento determinado, descubres que lo que habeís vivido juntos no es lo mismo para ti que para ella, te sorprendes. Y te reprochas: ¿cómo no tuve los ojos más abiertos?
  Me cuenta Gadea que su amiga Gloria siempre fue una señora, cuando tenía quince años y ahora que tiene 62. Gloria pasó la mayor y mejor parte de su vida en la casa donde crecieron sus hijos. Durante algunos años su madre, viuda, vivió con ellos, durante algunos años más, también bajo el mismo techo, estuvo su cuñada, soltera. Gadea y su cuñada aprendieron a quererse y lograron hacer un equipo casi perfecto. Los hijos de Gloria tenían el cuidado, el cariño y las atenciones culinarias de dos madres. ¡Ideal! Por las tardes, el patio manchego rodeado de apidistras, era testigo de sus conversaciones: nunca escuchó una queja que trascendiera los asuntos domésticos, ni un reproche que no tuviera que ver con las discusiones cotidianas. Y las preguntas que cualquiera se haría, quizás nunca se las hicieron directamente o quizás, y es lo más probable, ella no contestase con sinceridad. La cuñada de Gloria murió. Y una tarde,  sin motivo aparente, Gloria dejó su lectura y empezó a buscar en las innumerables cajas que guardaba en el trastero. Recuerdos aparcados en su memoria empezaron a saltar, a escapar con brío, como si hubiesen estado atrapados en una jaula. Pensó dejar de buscar pero, cuando estaba a punto de desistir, se topó con unos cuadernos que llamaron su atención porque no los reconocía. Claro, nunca antes los había visto. Gloria dejó todo desordenado y se bajó a su rincón de lectura. Dos días estuvo leyendo y releyendo las notas de su cuñada. Y hasta ahora sigue sin comprender cómo pudo vivir tantos años con una desconocida.