FASES DE LA VIDA

1ª- El grillo: la niñez o el canto constante
2ª- La mariposa: la juventud o la belleza leve
3ª- El escarabajo: la madurez o el caparazón pesado

BUENA ONDA

    He visto por televisión una entrevista a Miguel Sebastián, un hombre que fue, entre otras cosas, ministro de industria en el gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero. Hablaba de la crisis y de como no se premitía hablar de "burbuja" inmoviliaria, antes de que todo estallase. Esas cosas pasan; por ejemplo,  tampoco se podía utilizar la palabra "guerra", al principio de la guerra con Irak.
 
    Cuando terminó la entrevista tenía la impresión de que era buena gente, un calificativo, que entre la gente en general, no es admirable; más bien es sinónimo de tonto. Estaís completamente equivocados.

    La buena gente es la más inteligente,  la más admirable y la más amable, la más digna de amar. Ser buena gente también es ser valiente, porque hay que echarle huevos para decir lo que piensas, tu verdad,  aún a costa de dañar tu imagen, tu prestigio o, incluso,  perder tu trabajo. Hay que echarle huevos para ir a contracorriente sobre todo si la corriente la marcan los políticos,  a los que no parece importarles mucho los intereses de sus representados. Para ellos, los objetivos solo son electoralistas; ¡que bonita democracia!
 
    Hay dos formas de crecer, de evolucionar para el ser humano: una es adquirir conocimientos y la otra, mejorar como persona, lo contrario es estar más cerca de nuestros antepasados en la evolución, o sea,  ser más animalistos que humanos,  y a mi, personalmente,  eso, no me parece admirable. Algunos animales se comen entre ellos, se comen hasta a sus crías, ponen sus excrementos allí donde les vienen las ganas.....No me gusta. ¡Que asco!

  Últimamente he conocido y descubierto a gente buena: personas que saben utilizar las palabras correctamente, sin eufemismos, con conocimientos que te dejan con la boca abierta, educados, amables. Me hacen féliz y me aumentan las esperanzas en el ser humano.

HI JEDDAH !

   ¡ Hola Gadea ! LLevo una semana sin verte y , como creo que la próxima tampoco nos vamos a poder ver , he decidido escribirte. He pasado una semana en Jeddah, la ciudad más moderna de Arabia Saudí. Yo diría que es la ciudad del nunca y siempre, todo y nada, moderno y medieval, cutre y lujoso. Hay impresionantes y luminosos edificios rodeados de escombros, guapísimas y arregladísmas mujeres escondidas bajo sus abayas y nijab, grandes y lujosos coches circulando por grandes avenidas cortadas por obras,  y con salidas y entradas con baches de veinte centrimetros. Además tienen un particular código de la circulación: hay que conducir  rápido, en las rotondas, hay que cerrar los ojos y pasar, ir adelante, seguir tu camino como si no hubíese otros coches. Para coger una salida, lo mismo: giras hacia donde quieras ir , cierras los ojos por si viene otro vehículo y adelante.
  El cielo casi nunca es azul, es turbio como la arena en  movimiento. El aire es pesado: pesa en los pulmones y en la piel. Y el calor,  sofocante, te rodea y te atrapa  como en una burbuja que está a punto de hervir. El Sol quema, claro, pero no es déspota, actúa como conteniendo sus fuerzas. 

Iré contando más....

(Sobre las mujeres españolas en Jeddah, ahora mismo solo puedo decir: ¡ olé !

LA RATA

El día que la enorme rata vino a verme

pendía del cielo 

vestido de blanco.

Se aproximaba sin pausa

se me caían los eslabones celestiales  

mi apariencia se transformaba en arco iris.

Decidir de qué color vestir y teñir mi mente

parecía urgente.

Un día voy de blanco otro represento rosa,

y cuando más, azul marino y estrellas como mariposas. 
                                                                                                                Cien poemas cff

"MISS" CALAS Y SOMBREROS

      Mi amiga Gadea me preguntaba esta mañana si podía ver, oír o leer las noticias sin ponerme de mala leche. Le he dicho que los periódicos de papel, en este momento de mi vida,  me aburren,  y que sigo algo la actualidad por la tele pero, sin mucho entusiasmo. Las noticias no me alimentan de ninguna manera. Después de diez minutos viendo la tele solo puedes sentir miedo, si te lo tomas en serio,  y las cosas no son así. El miedo no lleva a ninguna parte. Y últimamente me han pasado algunas cosas que me han recordado que hay buena gente por ahí, que no todos son tesoreros del PP o duques; hay gente buena, recuerda Gadea. Hay gente amable, gente que hace bien su trabajo, incluso funcionarios, que siguen trabajando si es necesario aunque estén fuera de su horario, y gente que te echa una mano y te dice la verdad aunque eso le suponga una buena regañina en su trabajo. A todos ellos gracias.
Me gustáis, como me gustan las calas y los sombreros; me gusta que esteís y estén a mi alrededor.

" MISS " CALAS

" PA " TI LOS STILETTOS.

Los políticos,  de vocación pública,  tienen el trabajo más lucrativo jamás inventado. Debajo están los  periodistas cuyo trabajo consiste, principalmente, en seguir el juego a los políticos,  a unos o a otros; los aman, los adoran, se arrodillan ante ellos y tocando sus zapatos le dicen: ¡que zapatos tan bonitos! A mí, Gadea, solo se me viene una palabra a la cabeza: bacín. Ellos, los de arriba,  son los productores de la mierda, y los periodistas la extienden para que se vea bién; pelean por sus migajas y se creen importantes porque pueden comprarse zapatos de 400 euros. Yo también puedo, ¡no lo olvides! Si no los llevo, es porque no quiero. Si no llevo "mini-short" ni " stilettos", es porque no me da la gana,  aunque tú te sentirás mucho más importante pensando en que no tengo dinero ni gusto. Simplemente me interesan otras cosas, otros diseños, otras formas de vida,  otras ideas, que las hay,  pero los medios de comunicación las callan porque pueden hacer daño a sus amigos ministros,  diputados,  presidentes autonómicos ..................................................................................................... Y sobre todo me gustan otras personas, porque no todas son iguales. Afortunadamente hay otras personas que calzan zapatos planos ( que también pueden costar 400 euros ). 

En fin, no me gustan los políticos, solo salvo a dos periodistas y los tacones altos están sobrevalorados digas lo que digas, Mari. Te regalo el paquete entero. ¡Suerte! ¡Y ten cuidado que te vas a caer de boca!

Gadea Díaz del Campo