QUIÉREME

lunes, 18 de febrero de 2013

LAS MENTIRAS SOBRE LAS MUJERES QUE RONDAN LOS CINCUENTA

     Me decía mi amiga Gadea esta mañana que, con frecuencia,  recuerda que su madre pasó unos años que casi siempre estaba enferma. Rondaba los cincuenta. Yo recuerdo que a esa edad mi madre también estaba siempre pachuca; cuando no era gripe era un cólico, cuando no, vértigos o una infección de no se que. Me preguntaba Gadea :
- ¿ has observado que además,  sin tener una enfermedad diagnosticada,  siguen mal ? Dice Gadea:
- tú le preguntas, a tu tía por ejemplo:
- ¿ cómo estas tia ? y te contesta:
- mal hija mía, algo tengo que tener, no valgo "pa na". Si no puedo ni hacer las camas. El médico me dice que estoy bien, que son cosas de la edad. Que no saben, porque algo tengo que tener.
Y tú te ibas preocupada, pensando si realmente tendría algo grave que los médicos no acertaban a ver. Y pasa y el tiempo y ahora tienen sesenta y están como rosas. Las mujeres que me rodean, todas, han pasado por eso. Y lo que me preocupa, dice Gade, a es que me voy aproximando a la EDAD y a los síntomas; cuando no me duele la cabeza, me duelen los ovarios, las piernas, me mareo, tengo naúseas.
 Y yo me pregunto ¿ es físico ?, ¿ solo físico? ¿ influye que solo he conseguido pongamos un 25 por ciento de los sueños que tenía a los veinte ? La sociedad te enseña que a partir de los cuarenta y tantos ya lo tienes todo hecho, que lo que no has hecho ya, debes olvidarlo porque la gente mayor ya no es interesante, ni atractiva. A no ser, claro, que seas un tipo millonario, es la excepción. A mi, personalmente no me gustan los tipos maduros, aunque tengan dinero. Y añado que,  a esa edad, te quedan años suficientes para decirles a algunos : "chincha rabilla".  Que no te nublen las mentiras. Hay muchas mentiras que nos las han repetido tanto, tanto,  que las confundimos con verdades.