EQUILIBRIOS

Equilibrio: 
1-Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente.

2-Situación de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene sin caerse.

ADAM: SACADO DE LA TIERRA 2ª PARTE

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Un día apareció un hermoso caballo blanco. Lo montaba un militar, con armadura, lanza, espada y escudo. Surgió de la nada para acabar con el dragón. Y Tras una dura lucha consiguió herirlo de muerte. Ni él ni sus huevos sobrevivieron a la pelea.  Aquel jinete fuerte y valiente era San Jorge. Pero el emperador de entonces,  en vez de agradecer su hazaña, ordenó que  lo torturaran y ejecutaran.  La razón es que no creía en el mismo Dios que él.  La gente corriente es más agradecida, según me han dicho, y nunca olvidaron la batalla de la Bahía de San Jorge, por eso le pusieron su nombre. Me lo contó mi primo Gazi que tiene unos cuantos años más que yo,  ya le está saliendo bigote.

    Mi casa es una de las casas más bonitas de Qana. Está rodeada de olivos . También hay una higuera y una parra que en agosto da uvas doradas como la miel. Tiene un patio enorme, algo viejito pero muy limpio.  En la parte de arriba están nuestras habitaciones, la de mis padres, la de mis abuelos, la de mis tíos y la nuestra. Mis hermanos y yo tenemos una habitación para nosotros. Mis hermanas duermen con mis abuelos. Mi abuelo es el único que no comparte cama. Mi abuela duerme con las chicas y él a pata suelta. Todos lo respetamos mucho. Es severo con nosotros, muy severo, pero dice mi padre que lo tenemos que respetar y querer porque ha vivido mucho y también porque ha estado en la guerra. Dice que cuando alguien vive la guerra ya no sonríe nunca más, que hay veces, cuando se sienta bajo el olivo viejo  sin hablar, ni mirar, ni escuchar, que lo que hace es llorar. Se hace raro que no le salgan lágrimas, ni solloce,  pero dice mi padre que es porque se le secó la fuente de la esperanza. Y que yo tengo que procurar que eso no me  pase nunca. No creo que me pase, yo soy fuerte, a mi no me pasará nada malo, soy una persona con suerte. Tengo una familia que me quiere. Tengo casa, comida, ropa. En el colegio mi profesor dice que si me esfuerzo llegaré a ser lo que me proponga. A si es que voy a ser muchas cosas porque por la mañana me propongo ser médico, por la tarde ingeniero, y hay veces que me propongo ser maestro y otras me propongo simplemente estar aquí sin proponerme nada. O puede que sea músico. Nunca me he propuesto ser músico, a si es que no se si vale,  si no te propones ser una cosa no se si se puede ser o no. Lo que si he soñado a veces es que dirijo una orquesta. Y me ha pasado que despierto y abro los ojos y aún  me veo con mi batuta meneándola hacia un lado y hacia otro y todos los músicos siguen mis instrucciones. Ellos saben como quiero que toquen, a veces suave, a veces rápido, a veces como si quisieran gritar. Hay un violonchelo a la derecha. Detrás un chico rubio muy alto que nunca me mira a los ojos pero toca muy bien. Yo lo oigo desde mi estrado. Lo puedo oír mejor que a ningún otro.  Cuando el sonido del violonchelo que toca el chico rubio entra en mi cabeza solo, como empujando a todos los demás sonidos,  acaba mi sueño. O sigo durmiendo. o empiezo a dormir, no se muy bien.

    Ahora mismo no estoy seguro de si estoy durmiendo. Me siento raro, me siento cansado,  noto como algo que hay junto a mi corazón se va, se sale de mi pecho. La boca me sabe a tierra, como si me la hubiese comido. Sueño, aunque me parece realidad, que a mi lado duermen varios de mis hermanos, aunque no les puede ver la cara, ni siquiera podría decir ahora mismo sus nombres. También hay gente de pié, se les nota  tristes. Hay un silencio que nunca antes había vivido. Me estoy empezando a asustar. Se que no debo tener miedo aunque esto cada vez se parece más a una pesadilla. No es una pesadilla. Ahora se lo que está pasando. Estamos muertos porque puedo ver a mi abuelo y está llorando lagrimas de verdad y eso nunca pasaría en mis sueños.

 EL LIBANO, 30 DE JULIO 2006

Un ataque israelí mata a más de 50 libaneses, muchos de ellos niños

Se trata del ataque israelí más sangriento desde el comienzo de la crisis. La portavoz del Gobierno israelí, Miri Eisin, ha declarado que su país "lamenta profundamente y está muy entristecido por este ataque que ha costado la vida a inocentes en el Líbano”.

LA LLORONA

 Esta mañana he estado un rato con Gadea. Quien nos conocen ya saben que quedamos a menudo. Yo intento que sea cada día. Es difícil explicar lo que ha pasado. Después de darle vueltas, para poder decir cómo se sentía Gadea, solo se me ha ocurrido esto: 

El que no sabe de amores, llorona
no sabe lo que es martirio.

No sé lo que tienen las flores, llorona
las flores de un camposanto,

Que cuando las mueve el viento, llorona
parece que estan llorando.

¡Ay de mi llorona!, llorona,
llévame al río !

Tápame con tu rebozo , llorona
porque me muero de frío.

Dos besos llevo en el alma, llorona
que no se apartan de mi.

El último de mi madre, llorona
y el primero que te di.

ADAM: SACADO DE LA TIERRA 1ª PARTE

                         Me llamo Adam, y mi nombre ha marcado mi vida. Nací en una ciudad que se llama Qana. Está al sur de Beirut, al sur también de Tiro y al lado de Naquora. Debajo, está Israel.  Si te gusta viajar pienso que, al menos,  habrás oído hablar de la capital de mi país, Beirut. Dicen que es preciosa, no he estado allí pero, me muero de ganas por ir. Está al lado del mar, en un lugar que se llama Bahía de San Jorge.
                       Se llama así por algo que ocurrió  hace mucho tiempo, algo extraordinario, fantástico. Verás: un enorme, triste y fiero dragón eligió ese lugar para hacer su nido y depositar sus huevos. El nido era grande, grande, cada huevo tenía al menos el diámetro del minarete de Qana. A unos pasos del nido había una fuente natural que bajaba el agua buena y dulce de las montañas hasta el pueblo. Pero el dragón no permitía que nadie se acercara a su nido y por tanto tampoco podían acercarse a la fuente. Estaba incubando sus huevos y cuidaba a sus futuras crías con fuego. Sus  rugidos eran tan broncos que hacían temblar al hombre más bravo.
                      El pueblo iba  perdiendo la paciencia pero no sabían como derrotar a aquel monstruo. A si que rezaron, rezaron y rezaron.  Sus suplicas fueron escuchadas. 
Continuará..........
Mai Raymundo