QUIÉREME

domingo, 10 de febrero de 2019

YO, MI, ME: MI OMBLIGO Y YO


ROMPER LA BARRERA

Vives envuelto en una membrana. Te limita los movimientos y hasta los pensamientos. Lo sabes, y a veces, de tu cuerpo, que necesita más espacio, sale una ira que golpea la membrana o grita como rayo en una tormenta. Pronto se aplaca y vuelves a la rutina de tus actos, de tus pensamientos y emociones, dentro de la membrana. La costumbre te calma, te proporciona orden, certidumbre y finalmente comodidad. Por eso te quedas ahí. Pero llega un momento en que la necesidad de respirar otro aire es más fuerte. Y ahora, para salir necesitas romper la costumbre, decirle no a mamá comodidad, ¿quién se atreve?
La cosa es que ahí fuera puedes encontrar cosas que te den satisfacción. ¿Cuándo es la última vez que te sentiste satisfecho por algo que hiciste tu?
Rompe la membrana, haz lo que tengas que hacer. La comodidad es una falsa amiga. Haz. Haz. Incluso puedes convertirte en mariposa, mejor dicho, incluso puedes dejar salir la mariposa que hay en ti luchando por su libertad desde ¿hace cuánto?

viernes, 1 de febrero de 2019

EMVEJECER = CAGADA

Me siento agradecida por haber nacido en esta época y en esta parte del mundo, principalmente porque aprecio tener agua corriente, enchufes, ordenadores, limpieza.......Sin embargo estaría más feliz si hubiera nacido en el futuro, en el momento en el que la vejez sea solo un tema de leyendas. Ahora mismo soporto peor la vejez que la idea de la muerte; acepto que haya que morirse, !vale, todo tiene un precio¡, te acepto la muerte pero, ¿la vejez? Con eso te has pasado Dios, Vida o como te llames.

Pasamos por unos años en los que necesitamos, a vida o muerte, los cuidados de un adulto. Y en el momento en el que tenemos la capacidad para ser independientes, desde ese momento, empiezas a darte cuenta de que caminas, ineludiblemente hacia el lugar de donde vienes, a la dependencia. Y así hasta desaparecer de nuevo, hacia la nada. Vale, pero ¿ es necesario volver a ser dependientes de otra persona? ¿Es necesario que tu cuerpo y tu mente, o sea, que tu persona,  se arruine?, ¿no podrías volver a la nada estando joven y guapo y activo y con todas tus capacidades intactas?

¿Cómo puede haber personas que pienses que "esto", lo que hay, la vida, es perfecto? ¿Cómo se puede creer que un creador lo hizo así porque así es ideal? Yo quiero pensar eso. Quiero creer en ello, de verdad que quiero creer que esto es lo mejor que se puede hacer.

¿De dónde sacas fuerzas para animarte, para revitalizarte, cuando ves tus canas, tus codos arrugados, tu carne sinuosa, montuosa, tu panza desproporcionada, cuando te cuesta levantarte de un silla baja, cuando es difícil agacharte más o menos con rapidez, cuando necesitas gafas para ver de cerca y de lejos, cuando te dan pinchazos los ovarios, te duele la cabeza, te sientes deprimida sin saber por qué, se te cae pelo, los ojos parecen que te han encogido.......¿sigo? ¿Dónde está la perfección de la VIDA?

Cuando los humanos lleguen al siguiente estadio evolutivo, ¡que suerte!, superaran todo esto. ¡Ah qué pena no estar para entonces!

viernes, 25 de enero de 2019

NO NAME

Soy el marido de Elena. Y tu, ¿cómo te llamas? María Dolores, pero todos me llaman Fátima, como a mi abuela. Ella sí que sabía cocinar no como yo que solo me alimento para calmar mi estómago que ruge demasiado a menudo. Además le gustaba la filosofía. En eso nos parecemos aunque, eran otros tiempos. Y lo digo por decir porque realmente no conocí a mi abuela ni a ninguno de mis abuelos. Físicamente si los recuerdo, a unos más que a otros, claro, pero nada más, saber, se casi nada de ellos. Realmente es como si no hubiese tenido abuelos. Y eso que mis padres me mandaban a dormir a casa de mi abuela materna porque vivía sola y al parecer tenía miedo por las noches. Aun así no podría decir muchas palabras sobre ella.
Tampoco puedo decir muchas palabras seguras sobre mis padres. Puedo decir que mi madre era un árbol y mi padre es un camión. Ella era también un anillo de oro con una piedra rosa, un cuadro impresionista, una vajilla de Ikea, una película de Richard Widmark, un clásico en blanco y negro, una canción alegre, una mantelería guardada, croquetas caseras, postres de crema, un piso de baldosas en blanco y negro.
Mi padre es un martillo, un molino de viento, es demasiado de algunas cosas y muy escaso de otras.
Ahora no recuerdo lo que era, creo que no era como es ¿o si?, no se.
Desprecio la escasez, de dinero, de palabras, de ideas, de acciones.....Prefiero la abundancia.
Como demasiado, mi consciencia anda muy revuelta. Respiro bien pero hay momentos que tengo que inspirar con fuerza para que el aire llegue hasta dentro. Entonces consigo aliviarme. Tengo la piel seca. Mi cara, a veces, hace gestos desagradables, me molestan, me alteran, quiero tener gestos amables, siempre. Mi voz también me traiciona a veces: haches aspiradas, tonos severos, palabras mal pronunciadas, ironía....lo desprecio profundamente.
Cuando lo feo se hace gigante ante mi, me consume la amargura: crece la casa, los muebles, las palabras, los gestos, las acciones......y me siento pequeña y débil, triste y ansiosa.

Quiero una casa con tejado. Quiero muebles justos y bonitos. Quiero ideas y todas las palabras del diccionario. Quiero gestos y movimientos equilibrados. Quiero ganas y musas, muchas musas. Quiero vestidos y una joya. Quiero un perfume, el mío. Quiero limpieza y orden, saber, saber, saber.