QUIÉREME

viernes, 25 de enero de 2019

NO NAME

Soy el marido de Elena. Y tu, ¿cómo te llamas? María Dolores, pero todos me llaman Fátima, como a mi abuela. Ella sí que sabía cocinar no como yo que solo me alimento para calmar mi estómago que ruge demasiado a menudo. Además le gustaba la filosofía. En eso nos parecemos aunque, eran otros tiempos. Y lo digo por decir porque realmente no conocí a mi abuela ni a ninguno de mis abuelos. Físicamente si los recuerdo, a unos más que a otros, claro, pero nada más, saber, se casi nada de ellos. Realmente es como si no hubiese tenido abuelos. Y eso que mis padres me mandaban a dormir a casa de mi abuela materna porque vivía sola y al parecer tenía miedo por las noches. Aun así no podría decir muchas palabras sobre ella.
Tampoco puedo decir muchas palabras seguras sobre mis padres. Puedo decir que mi madre era un árbol y mi padre es un camión. Ella era también un anillo de oro con una piedra rosa, un cuadro impresionista, una vajilla de Ikea, una película de Richard Widmark, un clásico en blanco y negro, una canción alegre, una mantelería guardada, croquetas caseras, postres de crema, un piso de baldosas en blanco y negro.
Mi padre es un martillo, un molino de viento, es demasiado de algunas cosas y muy escaso de otras.
Ahora no recuerdo lo que era, creo que no era como es ¿o si?, no se.
Desprecio la escasez, de dinero, de palabras, de ideas, de acciones.....Prefiero la abundancia.
Como demasiado, mi consciencia anda muy revuelta. Respiro bien pero hay momentos que tengo que inspirar con fuerza para que el aire llegue hasta dentro. Entonces consigo aliviarme. Tengo la piel seca. Mi cara, a veces, hace gestos desagradables, me molestan, me alteran, quiero tener gestos amables, siempre. Mi voz también me traiciona a veces: haches aspiradas, tonos severos, palabras mal pronunciadas, ironía....lo desprecio profundamente.
Cuando lo feo se hace gigante ante mi, me consume la amargura: crece la casa, los muebles, las palabras, los gestos, las acciones......y me siento pequeña y débil, triste y ansiosa.

Quiero una casa con tejado. Quiero muebles justos y bonitos. Quiero ideas y todas las palabras del diccionario. Quiero gestos y movimientos equilibrados. Quiero ganas y musas, muchas musas. Quiero vestidos y una joya. Quiero un perfume, el mío. Quiero limpieza y orden, saber, saber, saber.


viernes, 19 de octubre de 2018

EL OTOÑO

¿Que mejor época que ésta, octubre, otoño, para mimetizar a la naturaleza e ir tirando, dejando caer aquello que nos intoxica?
Y lo que más intoxica, más que los peores aditivos alimentarios, son algunas personas. Estoy pensando en aquellas a las que les he dado el poder de perturbarme y consiguen hacerlo aún llevando años alejada físicamente de ellas. Son varias, de distinto sexo, y nada más venir a mi memoria, me incomodan, me inquietan y me desordenan.
Si yo fuera otra persona, o pudiera desdoblarme, me pondría delante y le daría una buena hostia a ver si espabilaba. Pero como eso es imposible, al menos de momento, y además se trata de mi, me voy a tratar con cariño y simplemente voy hacer, otra vez, el intento de despojarles de ese poder que me robaron en un descuido. Los voy a confinar al lado más oscuro y apartado de mi memoria donde solo puedan estar ahí y ya, sin ninguna otra función.
Me desahogaría escribir sus nombres, pero no lo voy a hacer porque las armas las cargas el diablo y fíjate tu, si por casualidad alguna de esas personas lee este blog. Es improbable, vamos apostaría a que ni de coña, pero el destino tiene muchos caprichos y más raros. Bueno, lo dejamos así, como una despedida a mis "demonios" y una bienvenida a mi nueva gente que es bastante numerosa y muy muy valiosa.

miércoles, 27 de junio de 2018

27 DE JUNIO

Tenemos agua caliente, riquísimos jabones y
montañas de basura indestructible, asquerosa, maloliente, putrefacta.

Tenemos amigos y
muchos conocidos estúpidos y engreídos.

Tenemos talento
y alguna que otra miseria.

Tenemos el canto de los pájaros que nos recuerdan que estamos vivos y
sus cacas.

Tenemos amor y
engaños más o menos dolorosos.

Tenemos días felices, satisfacciones y
mucha ingratitud cuando se presentan acontecimientos perturbadores.

Tenemos Dios o dioses y
muchas y perpetuas guerras que van cambiando de lugar cuando, de niños, pensábamos que solo hubo una hace mucho mucho tiempo y que nunca se repetiría.

Tenemos gimnasios, entrenadores personales, psicólogos y
mucho Lexatin: "eficaz en el tratamiento de enfermedades que cursen con síntomas tales como ansiedad, angustia, obsesiones, compulsiones, fobias e hipocondrías. Lexatin está indicado en el tratamiento de las reacciones emocionales exageradas que surgen de situaciones conflictivas y de estrés. Está igualmente indicado en estados en los que existe dificultad de contacto interpersonal y de comunicación; trastornos de la conducta, agresividad excesiva, inadaptaciones escolares y como auxiliar en psicoterapia". 
¡Una maravilla del mundo moderno!

Quédate con la primera parte de las frases. Y si se te ocurre algo mejor, avísame. 

martes, 10 de abril de 2018

¡PLOF!


SE VA GESTANDO
POCO A POCO,
TODO.
POCO A POCO.
Y UN DÍA,  QUE PERCIBES
COMO CUALQUIER OTRO,
¡PLOF!
ECLOSIONA.
SIEMPRE.

miércoles, 21 de marzo de 2018

ORACIÓN A LA PRIMAVERA

Te pido, primavera, que entres en mí. Hoy. Sería lo suyo.
Te ruego que te lleves mis desganas,
mi falta de deseos,
mi miedo a la lucha.

Hoy sé que merezco todo.

Crecí con el "eso no es para ti", pero averigüé el engaño.
Me reprochaban que tenía muchos "pájaros en la cabeza" y los creí.
Soñaba con hacer fantásticas fotografías, y las hacía, con mis manos y sin cámara,
a través del cristal de la ventana del autobús que nos llevaba al instituto.
También soñaba con escribir libros inmortales, y los empezaba pero, paraba: "tú qué sabrás de escribir".
El teatro, eso es cosa de gente sin vergüenza.

Ando al ralentí.

Y el conflicto que siempre he evitado, no por ello ha desaparecido, porque las emociones, como la materia, no se destruyen, se transforman. Y se instaló en mi interior y se está consolidando. Y crece, y me hace daño.

Por eso, primavera, te suplico que me des lo que quiero,
todo.