QUIÉREME

jueves, 20 de marzo de 2025

LOS DONES DE ANDRÉS

 Había una vez un anciano que vivía en un pueblo de La Mancha. Se llamaba Andrés y decían que siempre había sido viejo. La señora Julia, que superaba la centena, no se sabía en cuanto, lo corroboró incluso en un programa de la televisión autonómica con estas palabras:

-“Si, si hija. El señor Andrés ya era anciano cuando yo iba a la escuela. Así es. Sí”.


 Quizá para contrarrestar esa peculiaridad, la vida había dotado al viejo Andrés de otra, igual de extraordinaria: aliviaba el corazón de la gente. Los del pueblo acudían a él cuando la vida los llevaba a situaciones de esas que se parecen a un cruce de caminos sin salida. Mujeres y hombres, pobres y ricos, escépticos y creyentes, todos lo que hablaban con él, sentían desahogo y consuelo según iban describiendo su encrucijada. Decían que el viejo veía con claridad ese sitio, lleno de niebla, en el que todos hemos estado alguna vez. Lo hacía dejando hablar, esforzándose por entender el matiz que cada hablante da a cada palabra. Eso era todo. Una vez más la señora Julia lo confirmó: 


-“Así es hija mía, el viejo Andrés sabía escuchar como nadie”.

miércoles, 5 de marzo de 2025

MI MADRE: SU JUVENTUD Y MI VEJEZ

  La vida me ha negado el rostro anciano de mi madre. Cada vez que mi memoria me lleva a su casa la veo joven, guapa, de pómulos pronunciados y ojos miel; sus manos son dulces, rápidas y talentosas para la costura y otras artes que se le quedaron en el interior. Viste una falda de pata de gallo malva y una blusa del mismo color: ¡le sienta de maravilla! Cose junto a la ventana y al verme, me mira con ternura y asiente con la cabeza aceptando mi senectud; haciendo natural que una madre contemple la vejez de un hijo.

viernes, 31 de enero de 2025

S/T y S/P

 Naciones detestables (Eclesiástico)

25 Hay dos naciones que mi alma detesta, | y la tercera ni siquiera es nación: 

26 los habitantes de la montaña de Seír, los filisteos | y el pueblo necio que mora en Siquén. 


Pobres, ¿no? ¿ Qué harían para ser tan detectables?

S/T

 Una vez me dijo Gadea:

-"Mi único deseo es respirar, respirar 

y estar junto mis seres queridos, 

los vivos y los muertos, si,

a la vez".

Y en otra ocasión me dijo también:

-"El día que cada célula de mi cuerpo dance la danza correcta,

ese día, será perfecto".

lunes, 27 de enero de 2025

¿TEXTO SAGRADO?

 Las hijas

9Una hija es para su padre una secreta inquietud, | la preocupación por ella le quita 

el sueño. | Cuando es joven, por si le pasa la edad de casarse, | si está casada, por si el marido la aborrece. 

10 Mientras es virgen, por si se deja seducir | y queda embarazada en la casa paterna. | Si está casada, por si es infiel al marido; | en la relación conyugal, por si resulta estéril. 

11 Si tienes una hija atrevida, refuerza la vigilancia, | no sea que te convierta en el hazmerreír de tus enemigos, | comidilla de la ciudad, hablilla del pueblo | y te avergüence ante la gente. 

12 No te dejes fascinar por la belleza de nadie, | y no te sientes entre mujeres. 

13 Porque de los vestidos sale la polilla, | y de la mujer la malicia femenina. 

14 Vale más maldad de varón que bondad de mujer; | la mujer puede ser causa de la mayor vergüenza. 


Esto aparece en Eclesiástico, un libro escrito hacia el 180 a. C. quizás, en Jerusalén, por Jesús Ben Eleazar Ben Sira.


Es solo un ejemplo de que a lo mejor es hora de repasar los textos sagrados. ¡A lo mejor!

27 de Enero

 Mi madre murió un 27 de enero, 

como hoy. La frase es exacta pero,

engañosa, encubridora de otras realidades;

reduce el hecho a la mínima expresión, dejándolo

vacío, casi sentido. Es una frase ruin, 

necia, amarga. Me estoy ahogando. 

domingo, 3 de noviembre de 2024

¿?

Puede que exista otra vida después de la muerte. 

Puede que la gente que así lo cree esté en lo cierto.

Si existe, será muy distina, tanto como el lugar de donde venimos cuando nacemos -que puede que sea el mismo al que volvemos-.

Las leyes de esos mundos deben ser totalmente diferentes a las de este.

Por eso nuestros seres queridos fallecidos, permanecen mudos cuando les hablamos;

porque no pueden hablar, ni comunicarse con nosotros de las maneras que conocemos. 

Nuestras capacidades son claramente insuficientes para entender de dónde venimos y a dónde vamos. 

Y si, damos por hecho que existen, aún así, perdemos el tiempo con nuestras elucubraciones.

¿Qué más nos dan las respuestas a esas preguntas, si con cada cambio, nos olvidamos de lo que fuimos?